Pregnant ➳ j.b

Capítulo 8

La noche había llegado. Pase la mayor parte del tiempo viendo series con Jake. Recordando los viejos tiempos. Pero ya mi tiempo aquí había caducado. A puros regañadientes. Jake no quería que me fuera. Y es que el tiempo que pasábamos juntos nos pasaba rápido. Era de lo mejor.

—¿Te sientes mejor?

Asentí.

—¿Segura?

Tenía que estarlo.

—Cuídate.

Bese su mejilla y cerré la puerta al ver como se encaminaba nuevamente al auto. Una vez dentro, fui hasta la cocina. Se me antojaba una rebanada de pastel de chocolate.

Y para mi suerte a mamá se le daba excelente la repostería. Había heredado eso de ella. En la casa nunca faltaba algo dulce.

Tome un pedazo y subí las escaleras para encerrarme en mi habitación.

Esto sabía a gloria.

¿Así comenzaban los antojos?

Tome mi celular para llamar a Madelin. Hace rato no sabía de ella.

—¡Nueva mamá!

Chilló alegre.

Vaya. ¿Eso era necesario?

—Hola Madelin.

Me recosté y comencé a mirar el techo.

—¿Cómo estás? ¿Y el bebé?

—Yo bien. El bebé apenas y es un feto.

Fruncí el ceño. Tenía que ser todavía del tamaño de un maní.

—No le quita ser el sobrino o sobrina más hermoso del mundo.

Escuche como reía y cerraba una puerta.

—Como sea. El bebé está bien.

Yo no tanto.

Eran demasiadas cosas a la vez.

—¿Te parece salir mañana?

—¿Algo en específico?

Drew. Tenía planes contigo.

—Tengo que tratar de averiguar algo más sobre ese hombre.

Una aguja en un pajar.

—Ojalá fuera tan fácil.— murmuró.

Dímelo a mí.

—De todas maneras. Estuve averiguando toda la noche y creo que he encontrado algo.

Lo último que se perdía era la esperanza. Eso me mantenía un poco en pie.

—Bien.— solté un suspiro pesado.— Creo que iré a descansar un rato. ¿Nos vemos mañana?

—Dale. Que descanses. Hasta mañana.

Tire un beso y con eso corte.

Deje el plato en la mesa de noche y opte por cambiarme por algo más cómodo. Fui al baño e hice mis necesidades. Volví a la cama y apague todas las luces para dormir.

El día de mañana ya me tenia estresada y ni siquiera había llegado. Solo esperaba que prometería entre tanto caos.

No perdía la esperanza.