Pregnant ➳ j.b

Capítulo 23

Cinco minutos después Justin ya había bajado todas las maletas y las había subido en su auto.

—Cuídala.— le advirtió mamá a Justin.— Iré a visitarte de vez en cuando. ¿De acuerdo?— asentí.— Y hablo en serio Bieber.

—No tiene de que preocuparse señora Brooks. Su hija está en buenas manos.— mi mamá se acercó a mí y me dio un fuerte abrazo, yo se lo correspondí.

—Te amo.— murmuró y me soltó.

—Yo también mamá, mucho.

—Te espero en el auto Madison.— me dijo Justin llamando nuestra atención. Asentí y salió de casa.

—¿Siempre es así?— preguntó mamá mirando la puerta por donde había salido Justin.

—La mayoría del tiempo.— ella negó con la cabeza mientras hacia una mueca.

—Oh, casi lo olvidaba. Tu padre decidió que tomáramos unas pequeñas vacaciones hacia las Bahamas, ya sabes, para sacar el estrés.— la mire sorprendida. ¿Cuándo pensaba decírmelo?

—¿Cuándo se van?

—Este fin de semana.

—Bien, espero que lo disfruten. Te llamare en la semana. Nos vemos.— le di un último abrazo y camine hasta la puerta.

—Cuídate Madison.

—Lo hare mamá, gracias.— y salí.

En la entrada había un Mercedes del año. ¿A caso este hombre cambiaba de auto cada dos días? Camine hasta allí y me subí, Justin ya estaba adentro. Segundos después puso el auto en marcha y nos fuimos a la que sería mi nueva casa.

(*)

Duramos unos treinta y cinco minutos de camino. Fue un silencio totalmente incómodo. Ninguno dijo ni la más mínima palabra.

Estábamos frente a una gran puerta, como lo supuse, vivía en un condominio de personas adineradas. Paso una tarjeta por un tipo de máquina y las puertas se abrieron. Puso nuevamente el auto en marcha y entramos. Admire el lugar y habían casas de apariencia de ser presupuesto normal hasta el más alto. Se volvió a parar en otra puerta de rejas, al fondo se podía admirar una gran casa, supuse que esta sería mi "nuevo hogar". Justin tomo un pequeño control de la guantera, apretó un botón verde y esta se abrió. Puso el auto en marcha hasta que por fin se estaciono al frente de su gran casa.

Apago el auto y salió. Yo no me moví, vi como sacaba las maletas y las colocaba en la puerta. Me hizo una seña para que saliera, suspire y salí. Justin saco un llavero de su pantalón y abrió la puerta. Entro las maletas y yo le seguí detrás.

Tenía que admitir que me sentía nerviosa. No me sentía bienvenida en esta casa y es que tal vez porque no lo era.

—¡Amelia he llegado!— gritó Justin.

Oh claro, lo típico en una familia feliz. El hombre llega del trabajo y grita que llego, entonces su perfecta familia baja, la esposa lo besa y le dice lo mucho que lo extraño en todo el día, los niños hacen lo mismo. Típico. Siempre pasaba en las películas. Pero esta vez la historia cambiaba un poco, ahora el hombre venia con una mujer a la cual embarazo por accidente.

Una mujer de cabellera castaña bajo las escaleras, llevaba una toalla enredada en su cuerpo y otra en la cabeza, al parecer había salido de ducharse. Era la misma que en la foto que tiene Justin en su oficina, era su esposa, por cómo había escuchado, Amelia.

Debo admitir que era más hermosa en persona.

¿Cómo podría yo competir con tal personaje?