Capítulo 10

26.5K 1.3K 433
                                    

—¿Ya lo enviaste?— le pregunté a Madelin mientras desbloqueaba la pantalla del iPad.

—Sí, hace unos minutos. Revisa.— respondió desde el otro lado de la línea. Abrí el gmail y tenía toda la información allí.

—Ya, lo acabo de ver, gracias.

Agradecí abriendo uno de los archivos.

—Me tengo que ir. Al parecer mamá hará una especie de yoga con sus amigas y debo de ir a evitar eso.— reí.

—Está bien, hablamos más tarde. Te quiero.

—Yo también te quiero, cuida del bebé. Adiós.— y sin más colgó.

Tenía que ver que más conseguía de ese tal Drew. El día de ayer apenas nos dio para descartar a la mitad de ellos.

Manos a la obra.

Comencé a mirar cada uno de los archivos y nuevamente no tenía ni la más remota idea de por dónde comenzar.

Todos estos hombres tenían una semejanza increíble por lo que lo hacía aún más confuso. No sabía si iba a estar segura que era uno de ellos. Necesitaba una segunda opinión.

Tome mi celular y no dude en marcarle a Jake. Espere hasta que contesto al cuarto tono.

—¿Aló?— contestó un Jake con la voz entrecortada.

Fruncí el ceño. Ahora qué le habrá pasado.

—¿Te encuentras bien?

—Sí, eso... ¡joder te voy a pegar con piggy inmundo!— gritó y escuche unas estruendosas risas al fondo.

Oh vaya.

—¿A quién le gritas así?— pregunte confundida.

—¿Me esperas un momento?— no dejo que contestara cuando escuche que tiraba el celular.

Después solo se escucharon grandes pisadas y gritos.

¿Qué rayos hacia Jake?

Ya me había decido por colgar. Pero tomaron nuevamente el celular.

—¿Jake?

—Lo siento. Estaba algo ocupado.— su voz se escuchaba un poco agitada.— ¿Necesitabas algo?

—La verdad es que sí. Quería saber si podías venir un rato a casa. Pero veo que estás ocupado. No hay lío...

—No, no, está bien. Iré para allá en unos minutos.— iba a responder, pero su grito me interrumpió.— ¡Recoge la ropa del piso pequeño renacuajo!

—¿Qué dices Jake?

—No, no es contigo. Al parecer hoy a mamá le costo llevar a un pequeño monstruo a la guardería.— bufó.

Ya entendía. A Jake la había tocado hacer de niñero con su pequeño hermano. Era un terremoto con patas.

—Creo que necesitaras suerte.

—Con este niño se necesita más que eso diría yo. ¡Oye no Robinson! ¡Eso no era a ti! ¡Era a ella! ¡Que recojas la ropa niño!—podía escuchar como el pequeño gritaba y reprochaba.— ¿Quieres hacer silencio? Te voy acusar con mamá cuando llegue, ya verás.

—Sabes que a veces pareces el niño. ¿Cierto?— solté una carcajada.

—Ni te imaginas lo que es tener que lidiar con un niño todo el día.— se quejó y una rápida imagen de mi corriendo detrás de un niño por toda la casa paso por mi mente.— Pequeña, llego en unos minutos, ¿sí? No me tardo.

Pregnant ➳ j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora