Pregnant ➳ j.b

Capítulo 11

—¡Noticias!

Habíamos quedado en una cafetería.

—¡Hasta que apareces mujer!— soltó Madelin con notoria emoción.

—¿Ya le contaste?— le pregunté a Jake.

Él asintió.

—Y aun no entiendo por qué no me llamaste en el momento en que lo descubrieron. ¡Soy tu mejor amiga!

—Porque eran las cuatro de la mañana.

Me defendí.

—¡Y sigo siendo tu mejor amiga!— se quejó y yo me quede en silencio.— ¡No puedo creer que Jake se ha enterado primero que yo!

—Listo. ¿Ya lo superaste?— alce una de mis cejas y ella asintió.

—Ya me desahogué. Y adivina, ya tengo una idea de cómo podemos hablar con el tal Drew.— comentó rápidamente.— Puede funcionar.

—¿Sabes cómo contactarlo?

Lo hacía sonar fácil. No era cualquier hombre. Justin Bieber estaba en la cima del iceberg. Había investigado un poco más sobre él.

—El sábado irás a Bieber's Company.

Soltó como si fuera la cosa más sencilla del mundo.

Buen chiste.

—¿Hablas en serio?

—Lo hago.

—No creo que eso sea lo más conveniente Madelin...— comenzó a decir Jake.

—Ya no vengas tú con tu sobreprotección. Por favor.

—Está en lo cierto Madelin. No puedo ir hablar con ese hombre como si nada.

No podía solo aparecer ahí con tal sorpresa.

—Puedes y lo harás.

Estaba segura de sus palabras. Negué.

—Claro.

Buenas tardes. Soy Madison Brooks. Quería hablar con Justin Bieber. Bien. ¿No me recuerdas? Soy la mujer de aquella noche borrosa. La de la mascarás. Bueno. Resulta que al parecer sí tuvimos algo y ocurrió un pequeño problema. No usamos protección. Así que. ¡Enhorabuena! Serás papá por tercera vez. Ah sí, y casi lo olvidaba. Soy nueve años menor que tú. ¿Cómico no? Capaz y mis papás cuando se enteren no querrán que vivas para contarlo. Y venga, eso es casi todo. Gracias por tu atención.

Eso no sonaba como una buena idea. Claramente. Me iban a echar de allí.

—No suena mal.

Para mí que Madelin de pequeña la habían dejado caer y eso le estaba afectando sus neuronas.

—Madre mía sí que te ganaste el Grammy del año Madelin.— soltó Jake seguido de varias carcajadas.

—Solo decía. Soy la única aportando ideas. ¿Qué más quieren?— dijo dramáticamente moviendo su pelo.— Te lo digo. Si quieres que tu bebé tenga a su padre, tarde o temprano tendrás que buscarlo y decirle algo similar, porque al final eso es lo que ha ocurrido.

No quería aceptarlo. Pero esa era la triste realidad.

—No estoy preparada. Capaz y lo único que pase es que me tachen de loca. Digo. Soy nueve años menor que él. ¡Es un jodido empresario millonario!

—No seas negativa. Capaz y si te crea.

La mire interrogante. Eso estaba fuera de la realidad.