------- Yûdai...
------- Padre.
Rin se separó de su hijo y se hizo a un lado, permitiendo así que Sesshomaru se acercara, quedando pues entonces ambas miradas doradas frente a frente...
-------- Oh, dioses, tú... ------ hablaba el demonio peliblanco a penas con aliento, extendiendo una de sus manos suavemente y posándola casi con timidez en el hombro de su hijo... ------- Cómo... Cómo puede ser...? Tú estás...
-------- Aquí estoy, padre. ------- Le confirmó compasivamente el más joven a su padre, sujetándole la mano que mantenía sobre su hombro.
------- Sí... Aquí estás... Aquí estás.
Sesshomaru abrazó pues a su hijo de la misma forma que había hecho con su amada hija, siendo correspondido al poco tiempo...
-------- No tenías que hacer eso... No debiste hacerlo... -------- le reprendía sin ser realmente severo; su voz solo denotaba lo roto que había estado después de aquel trágico día en la costa, cuando ante sus ojos y en sus propias manos, su amado primogénito se había perdido, literalmente haciéndose pedazos en el gélido hielo. ----- No vuelvas a hacerlo, oíste?! No vuelvas a ir a ningún lado.
--------- Era necesario...
-------- No! ------ El demonio peliblanco se separó ligeramente de su hijo para mirarlo a los ojos de nuevo. ------- Nada en éste mundo, ni en ningún otro, vale perderlos a ustedes, me oyes?! Nada! Nada vale tu vida, Yûdai. Ni la de Aiko, ni la de Akihiko o la de tu madre... Después de ustedes no hay nada.
-------- Yo solo... Hice lo que sentí que debía hacer. Debía proteger nuestro futuro.
--------- Ustedes son el futuro, Yûdai. ------- Sesshomaru volvió a abrazar a su hijo, ésta vez más suavemente, como si todos sus miedos finalmente se hubiesen ido y solo quedará alivio dentro de su pecho. ------- Pero no hubiese podido esperar menos de tí... Así es como te soñé. Así es como naciste... Y... Aunque me asuste, no puedo mentir... Los tres, lo tienen todo, todo, todo de mí.
A penas Sesshomaru se separó de su hijo mayor, éste emitió un quejido y se dobló hacia adelante con su brazo aún rodeándolo y con evidente y profundo dolor...
------- Yûdai, qué pasa? ------ le cuestionó el demonio a su primogénito, volviendo a sujetar su hombro para ayudarle a erguirse. -------- Que es lo que...? ------- Se vio interrumpido por sí mismo cuando pudo ver la sangre que manchaba las ropas de su hijo y que también escurría en hilos por la mano que mantenía sujeto su costado.
Se miró a sí mismo y pudo ver y oler esa misma sangre en sus propias ropas, así como en la yukata de su compañera y de su hija....-------- Rin! ------- Llamó.
-------- Qué pasa? ----- Atendió de inmediato la mujer y entonces se dió cuenta también... ------- Dioses, Yûdai! ------ Exclamó apurándose a revisar a su hijo lo mejor que pudo dada la oscuridad de la noche. ------- Es... Está muy mal herido, Sesshomaru. Es mucha sangre.
-------- No se preocupen. Voy a estar bien. ------ Aseguraba el joven Taisho aunque en un tono débil.
------- Pero que fué lo que te pasó??!! Cómo pudiste hacerte un daño así??! -------- Cuestionaba Rin llena de angustia.
--------- Es... Es una historia un poco larga. ------ Río ligeramente el joven castaño.
--------- Pues, ciertamente los dos tienen mucho que contarnos. ------- Decía la joven madre de los mellizos, permitiendo a su hijo rodear sus hombros con su brazo para sostenerse. ------- Anden. Vayamos a la aldea para curarte.
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HEREDEROS II: La princesa del Hielo.
FanficAiko está convencida de haber encontrado la forma de traer de regreso a Yûdai. No sabe cómo ni dónde empezará, pero lo hará. Con ayuda de Totosai, Irasue y Shippo, dará inicio a un viaje sin destino certero para traer de regreso a su hermano melliz...