Capitulo 26. La noche sin fin.

182 22 9
                                    


La noche llegó bastante rápido y aquellos que serían participes en la intervención para la joven Naom se preparaban a su modo.

En el caso de la joven Halin, ésta se encontraba en su cabaña, dentro de su habitación a penas iluminada por unas velas, sentada en su futón mientras amamantaba y cantaba una canción de cuna a su recién nacida hija en compañía de nadie menos que de su recién llegado compañero y esposo...

------- Muy bien, mi cielo... ------- Sonrió la joven madre con dulzura cuando su bebé soltó al fin su seno, pasando a darle golpecitos en la espalda para ayudarla a sacar su aire... -------- Buena niña... Buena niña...

-------- Yo puedo hacer eso sí quieres, Halin... ------- Se ofreció Yûdai extendiendo sus brazos para que su joven esposa le cediera a su hija...

------- Yûdai, ya le cambiaste todos los pañales desde que llegaste...

-------- Y eso qué? Aún así tú has hecho mucho más que yo en éstos meses...

Halin estuvo a punto de seguir oponiéndose, pero la verdad era que veía en los ojos de su mando, su inmensa desesperación y ansias por compensar todo aquel tiempo que estuvo ausente y, quién era ella para quitarle eso?
De alguna manera él tenía razón:  ella había llevado a esa niña en su interior por todos esos meses, la había sentido, la había conocido perfectamente. Le había dado a luz y por casi siete días completos la había tenido solo para ella...
Pensó que era justo cederle el turno a su hasta ahora ausente compañero, quien parecía añorar más que otra cosa involucrarse de lleno con la recién nacida...

-------- Está bien... ------ Aceptó pues la joven dulcemente, pasando a poner a la pequeña en brazos de su joven padre. 

El joven príncipe comenzó entonces a mecer suavemente a la criatura, mientras le daba palmaditas también de la misma forma en que Halin lo estaba haciendo...

------- Yûdai... ----- le habló la joven a su compañero, quien le atendió con la mirada... -------- Te sientes bien? ------ preguntó ella, acariciando suavemente su rostro con su frágil mano...

-------- Sí... ------ Respondió él pero bajando la mirada... Mentía.

-------- No me mientas...------ Le pidió su compañera. -------- Debes estar exhausto... Aiko me contó que te encontró en la forma de yako... Y que donde estabas no había... Nada. No comida, ni agua...ni sol, ni luna...------- Yûdai no respondía de ninguna forma. Solamente miraba a su hija en sus brazos. -------- Mi señor... ------- Le habló compasiva y amorosamente, acercándose un poco más a él... ------- Necesitas reponerte. Necesitas dormir, comer y beber bien... ------ le sonrió. ------ Se que nada de eso está precisamente en tu lista de costumbres pero... Pasaste mucho tiempo en ese sitio, utilizando toda tu energía para no padecer de frío ni soledad y luego tuviste que pelear afuera. Por favor... Haz lo que te pido, si??

-------- Preferiría acompañarte al sello... ------ Indicó el joven híbrido mira dl al fin a su amada al rostro. ------- No sabemos que pueda pasar...

-------- No pasará nada...

-------- Cómo lo sabes??

-------- Porque lo sé, Yûdai!... Naom es fuerte... Estará bien.

------- Pero...

-------- Si algo llegase a pasar... Te llamaré. Y tú y yo sabemos, que irás por mí. ------- El híbrido suspiró con pesadez... ------- Anda, por favor. Quédate aquí a dormir con Mirai, si?

Yûdai miró una vez más a la ya durmiente recién nacida en sus brazos y al final aceptó:

------- Bien... Me quedaré.

------- Y dormirás??

-------- Sí... A menos que ella llore o se queje.

------- Créeme, no lo hará. ------ Río ligeramente ella. ------- Duerme como un tronco.

-------- Bueno, eso lo sacó de tí. ------- Sonrió ligeramente él.











La noche cayó pesadamente, casi como un mal augurio o como cuando se tiene la certeza de que algo saldrá mal.

Aún así, los aldeanos amigos y familiares de la pareja del híbrido y la sacerdotisa se congregaron sin falta alrededor de la pequeña casa, en el interior de la cuál estaban: el monje Miroku, la sacerdotisa madre de la joven poseída y la joven Halin...

Por fuera todos aguardaron expectantes de noticias durante lo que parecieron horas eternas, mientras la madrugada comenzaba su curso.

De todos ahí presentes, el más ansioso era claramente y sin duda alguna, el híbrido de cabellera platinada, quien se movía constantemente de un lado a otro, solo para sentarse y luego volver a levantarse...

Su agonía y la incertidumbre de todos llegó a su final ya entrada la madrugada, cuando los las tres mikos y el monjes finalmente aparecieron por la puerta, con los rostros perlados y las respiraciones un tanto agitadas...

------- Kagome... ------ llamó el híbrido a su compañera, apresurándose a su encuentro... ------- Qué pasó?? Cómo está Naom??

------- Tranquilo... ------ le sonrió la miko. ------ El sellado salió bien, afortunadamente.

Los suspiros de alivio de todos los presentes se escuchó y todos los amigos y aldeanos más cercanos a la joven Naom se abrazaron regocijantes.

------- Solo queda esperar a que despierte. ------ Señaló Halin. ------ Tal vez mañana...

------- Bien. ------ Suspiró el hanyou.

------- Tranquilo...------ le Consolaba su compañera, rodeándolo con sus brazos... ------ Va a estar bien. Es una chica fuerte, lo sabes.

------- Sí... Claro que sí... ------ Asintió Inuyasha abrazando también a su amada.








La noche aquella era tan pesada, que pareció retardar la salida del sol...
La vida en la aldea comenzó a la hora acostumbrada, pero las tinieblas aún no abandonaban del todo la tierra...

La joven miko de nombre Halin se removió en el lecho que ahora compartía con su recién llegado esposo y en cuyo medio yacía su recién nacida hija, quien, acostumbrada ya al horario de su madre, comenzó a quejarse pidiendo ser alimentada...

------ Hola, Mirai... ------ Saludó la joven madre a su hija y luego miró por un momento al joven dormido al otro lado del futón... ------- Yûdai?? ------ le llamó, pero no hubo respuesta... ------ Vaya... Papá está muy cansado... ------- la joven finalmente tomó a su bebé en brazos y comenzó a alimentarla, entre tanto, miró hacia su ventana y se percató de la oscuridad que aún estaba presente en el exterior, aún cuando sabía que era de día... ------ Y ahora... Qué estará pasando?...

 HEREDEROS II:  La princesa del Hielo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora