Capítulo 20. El regreso de los herederos.

246 31 17
                                    


-------- Agh! Mierda!! -------- Se quejó Yûdai con voz ronca al sentir que su cuerpo estaba siendo aplastado y no podía sentir más que frío alrededor... -------- Q...que... Qué...??

Intentó sacudirse lo que fuera que lo estaba aplastando; todo estaba realmente oscuro y no podía distinguir más que nieve a su alrededor, pero entonces, justo cuando intentaba levantarse, se percató de aquello que lo aplastaba...

------- A... Aiko? ------ Llamó a su hermana a quien identificó como el cuerpo inconsciente sobre él. ------ Aiko!! ------- Con una mano le sujetó el rostro, intentando verla a los ojos...

------- Humn...ah! Qué... qué mierda??------- se quejó también la joven peliblanca comenzando a reaccionar.

--------- Aiko...estás bien?? ------ preguntó Yûdai con interés mientras su hermana se movía, apartándose de él y sentándose a su lado.

--------- Creo... Creo que sí... -------- la joven se talló los ojos... ------- No veo casi nada ...

--------- Yo tampoco. ------- confirmó el primogénito Taisho.

Fue entonces que la joven peliblanca agitó su mano y de ella surgió una llama azul que dió más claridad a ambos hermanos.

------- Aagh! ------ volvió a quejarse el mayor de los hermanos mientras se incorporaba ligeramente con ayuda de sus manos. ------ Dónde... Dónde estamos???

-------- Mmmm... ------ Ambos miraron a su alrededor, intentando determinar su paradero.
En el suelo no había más que nieve, pero ésta se estaba derritiendo, ya que no hacía tanto frío, por lo que sumieron que habría venido con ellos; se dieron cuenta entonces de que parecían estar encerrados: a su alrededor se alzaban cuatro paredes de piedra sólida y húmeda que continuaba algunos metros hacia arriba y hasta donde alcanzaban a ver, terminaba en madera.

------- Carajo...! ------ expresó el primogénito Taisho poniéndose al fin de pié y mirando fijamente hacia arriba, intentando ver la salida... ------- Está demasiado oscuro.------- señaló. -------- Creo que mejor vemos hasta dónde llega ésto...

Se dispuso a dar un salto, dispuesto a identificar el final de aquella tumba, sin embargo, no fue capaz de despegar los pies del suelo...

------- AAAH!! MALDICIÓN!! ------ Se quejó evidentemente dolorido, mientras parecía abrazar su costado izquierdo con su brazo contrario...

-------- Yûdai, que pasa??------ Le preguntó su hermana con angustia, acercándose a él y haciéndolo retirar su brazo de su cuerpo... -------- Diablos! -------- Expresó Aiko al ver cómo la mano de su hermano y sus ropas se manchan de sangre. ------- Es.... Estás malherido....

-------- Tranquila...------- consolaba él. ------- Solo es un razguño...

-------- No. Déjame ver. ------- pidió la peliblanca.

-------- Aiko...

-------- DÉJAME VER, YÛDAI TAISHO!!!









--------- Humn?? ------- Expresó con intriga la mujer castaña que permanecía sentada junto a una pequeña fogata en medio del gran patio en ruinas... --------- Se... Sesshomaru...------- llamó al yokai que permanecía de pié un tanto apartado, mirando hacia la nada estrellada, justo en el límite entre la vieja construcción de aquel viejo templo y el risco de la montaña. ------- Tú... Escuchaste eso??

-------- Sí... -------- Confirmó el demonio peliblanco pasando al lado de su compañera y deteniéndose en mitad del gran patio.

Ambos permanecieron quietos y en silencio, como tratando se escuchar algo nuevamente...

 HEREDEROS II:  La princesa del Hielo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora