Akihiko se encontraba del otro lado de la cabaña, justo en el pórtico trasero, sentado en el suelo junto a la puerta de la segunda entrada mientras contemplaba el extenso campo frente a él.
Mantenía la espada que su hermano le había dejado contra su cuerpo mientras la contemplaba fijamente.
Suspiró un tanto pesadamente. Tomó el arma y la desembainó parcialmente, mirando su reflejo en la fina y reluciente hoja...--------- Hermano... felicidades. Ya eres padre. Supongo que ya lo sabes, no? Es una bebé hermosa, la vi con mis propios ojos.
La voz del más joven Taisho había cambiado bastante en aquellos meses. Ya no era la frágil y chillona voz de un niño, se asemejaba más a la voz de un joven y ciertamente, en todo ese tiempo Akihiko había crecido y madurado mucho en todos los aspectos.
No solo era más alto, más fuerte y podía cargar la pesada espada de su hermano, sino que había aprendido a usarla perfectamente.
Se había convertido en un peleador formidable y casi todo lo había logrado por sí solo.
Se había convertido en la sombra de su cuñada, Halin.
Iba con ella a todos lados, velaba por su seguridad y su bien estar.
Se aseguraba de pescar, cazar y recolectar alimento para ella; de abastecer la de leña y con su aliento de fuego mantenía su hogar cálido y seguro.
También se aseguraba de que descansará adecuadamente, que siempre estuviera bien alimentada y de que no se excediera con sus tareas...
Y aún así, encontraba tiempo para entrenar durante la noche, cuando ella ya dormía cálida y segura en su habitación, Akihiko salía y se esforzaba al máximo... Había dejado de dormir normalmente. A veces se sentía agotado enserio, pero se negaba a irse a dormir.
Otras veces desfallecía en la puerta de la habitación donde dormía su joven cuñada, pero nunca despertaba después de ella...Akihiko se había aferrado a esa promesa con gran fuerza y estaba dispuesto a mantenerla por el resto de sus días.
------- En verdad no vas a volver, hermano? -------- Hubo silencio. Todo lo que se escuchaba era el sonido de la brisa acariciando la planicie. ------- No te preocupes... Yo cuido a Halin y a tu bebé.
El joven guardó de nuevo la espada y justo en ese momento, su par de orejas se alzaron alertas.
Se incorporó y se quedó quieto, olfateó el aire y volvió a mover las orejas intentando escuchar algo...-------- Mierda, es enserio??! ----- se quejó antes de atar la espada de su hermano a su cintura y entrar corriendo a la cabaña...
Okami, Kimura, Aiko, Hakkaku y Ginta se encontraban conversando todavía en el frente de la casa cuando sus sentidos también fueron alertados, al menos los que poseían los sentidos más finos...
------- Humn? Que pasa? ------ Preguntó Kimura al ver a sus compañeros hacer gestos de hostilidad y clavar sus miradas en el límite del bosque.
-------- Aagh! Es ese tipo otra vez. ------ Gruñó Okami.
-------- Enserio quiero arrancarle la cabeza. ------ Gruñó Aiko.
------ Pppff vaya princesita. ------ se burló el joven lobo.
-------- No me retes, pulgoso. ------ advirtió la joven Taisho, Okami rió bajo.
-------- Quién viene? ----- preguntó Kimura aún sin comprender lo que ocurría.
-------- Ishura Akara. -------- Respondió la voz de Akihiko quién salía de la cabaña hacia la entrada donde estaban los demás.
------- Ay, no es cierto!! ------- se quejó el joven exterminador.------ Le avisaré a Halin...
--------- No, aguarda. ----- lo detuvo Aiko. ------- No la molestemos. Nos encargaremos nosotros.
------- Uuuyyy aquí wuele a carroñero. ------ Se quejó la voz de Souta quién también salía de la cabaña junto a su hermana, Izayoi. ------- Otra vez Akara?
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HEREDEROS II: La princesa del Hielo.
FanfictionAiko está convencida de haber encontrado la forma de traer de regreso a Yûdai. No sabe cómo ni dónde empezará, pero lo hará. Con ayuda de Totosai, Irasue y Shippo, dará inicio a un viaje sin destino certero para traer de regreso a su hermano melliz...