El retorno del príncipe. (Parte 2).

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El joven de cabellera plateada, ojos castaños y orejas sobre la cabeza se encontraba como todos los días, sentado en la rama de un gran árbol.

No hacía más que mirar al horizonte, sobre el camino que sus dos padres y sus tíos habían transitado días antes para salir de aquella aldea, con el propósito de buscar a la menor de sus hermanas y a su prima...

Una ligera brisa surcó el aire, pero, en contraste con el cálido día de finales del verano que hacía, aquella brisa era fría, casi podría decirse que gélida.
Algo bastante raro normalmente, pero ciertamente muy común en aquellos últimos días. Tanto, que ya a nadie parecía extrañarle o incomodarte, excepto al joven sobre el árbol, claro estaba. Ya que aquella ligera ventisca parecía traer consigo algo que lo llenaba de extrañeza e incomodidad...

------- Agh... Es ese olor otra vez... --------Se quejó cuando aquel viento frío acarició su rostro y sus sentidos, haciéndolo arrugar la nariz, cubrir un poco parte de su frente y sus ojos con una mano y apretar la zona, como si del inicio de un dolor de cabeza se tratase, para finalmente, tomar el cuello de sus ropas y subirlo hasta su nariz, cubriendo ésta y su boca por completo. ------ Que desagradable.

Volvió a recargarse en el tronco del gran árbol y justo cuando cerraba sus ojos cómodamente, una voz lo llamó desde tierra firme...

------- Aún nada, Souta???!!

El muchacho en el árbol entornó los ojos, se quitó la ropa de la cara y miró hacia abajo para ver a quien lo llamaba.

-------- Ya dejen de preguntar, pulgoso!! No!! Aún no hay nada!!

-------- Souta! Tal vez sea tiempo de ir a buscarlos!! Tengo un mal presentimiento!

------ Ash!------ Expresó el joven platinado pasando a bajar del árbol de un solo salto, aterrizando frente a quienes estaban abajo...

------- Oíste a nuestro padre, hermana...------ Refutaba el joven Souta a su hermana mayor frente a él, quien permanecía al lado del joven lobo de ojos azules. -------- Debemos quedarnos aquí para ayudar con las necesidades de la aldea. Si necesitaran refuerzos, ya nos habrían llamado.

------ Ya lo sé, Souta, pero... ----- Suspiró la joven hija del hanyou. ------- Me preocupa enserio... Además... Okami debe regresar a su aldea! La manada lo necesita.

-------- Pues que se vaya si quiere! Tú te puedes quedar, cuál es el problema?!

-------- Cálmense. ------ Pidió el joven lobo. ------- No me voy a ir a ningún sitio hasta que su hermana regrese sana y salva. ------ El muchacho miró a su compañera a su lado... ------- Ya lo discutimos, Izayoi.

-------- Pero, Okami... ------ protestaba la joven mujer...

------- Feh! Como si de verdad les preocupara tanto. ------- interrumpió el más joven peliblanco con tono burlesco y una sonrisita de gracia, mientras posaba sus brazos detrás de su cabeza. -------- De ser así, se habrían ido antes y no se hubieran escondido en el bosque por tres días! Qué estaban haciendo, eh??! ------ Insinuó levantando una ceja y pronunciando aún más su burlona sonrisa ladina.

-------- Cierra la boca, Souta! ------ reprendía su hermana aunque desviando la mirada, intentando evitar que la viera sonrojarse. ------- No es asunto tuy.... ------- no pudo terminar lo que iba a decir.
Su olfato fue llamado por un aroma que la hizo a ella y a sus acompañantes empezar a examinar el ambiente... ------- Ay, Dioses...

-------- Son ellos. ----- Confirmó Okami.

------- Ya era hora!! ------ Exclamó Souta saliendo corriendo a toda prisa por el bosque, seguido entonces por su hermana y por el lobo.




 HEREDEROS II:  La princesa del Hielo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora