¶¶ dónde T/n está embarazada de nadie más y nadie menos que Hugh Ransom Drysdale.
Hugh Ransom Drysdale y T/n Cabrera tienen un pequeño encuentro.
De ese pequeño encuentro T/n se entera que esta embarazada, algo que no creía capaz, pero al enterarse...
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31 de diciembre
Abriste tus ojos lentamente con pesadez mientras te movias de tu lugar, pero algo te impedía moverte.
La mano de Ransom y su cabeza recargada en la tuya. Querias levantarte, pero no podías.
"¿y si lo despierto?"
Pensaste con leve preocupación, con tu mirada buscaste tu celular, el cual estaba detrás tuyo.
Diste vuelta lentamente, muy lento, estiras te tu mano tratando de alcanzar el celular pero fue en vano, ya que estaba en el buro y solo faltaban milímetros para alcanzarlo.
—solo poco— susurraste volviendo a moverte lentamente.
Ransom se removió un poco, cosa que te puso en alerta al ver como te volvía a estirar hacia el. Bufaste mientras lo matabas mentalmente.
Con tu mano trataste de quitar la suya, pero pro alguna razón se hizo más pesada. Volviste a estirar tu mano hacia el buro, con victoria lo agarraste, revisando la hora.
11:17 pm.
Abriste los ojos en grande, bueno, no te culpabas, durmieron horas de más.
—T/n!!— grito tu hermana menor del otro lado de la puerta.
—cállate, déjala dormir— la voz de Marta la detuvo.
—no, no, es injusto que ella pueda levantarse tarde— se quejo, casi la veías haciendo su rabieta.
—Belén.... Ella esta embarazada— la voz de tu madre se hizo presente.
—¿y? Así este invalida debe levantarse temprano— se quejo cruzada de brazos.
—ya, vamonos— dijo tu madre.
Escuchaste pasos, que se escuchaban menos cada vez. Suspiraste con alivio, ahora solo faltaba quitarte a Ransom de encima.
—T/n se debe despertar temprano— murmuró Ransom dándote un susto.
—¿que no estabas dormido?— preguntaste sentandote a su lado cruzada de brazos.
—estaba, pasado— se quejo bostezando.
—ajá—.
—en realidad me desperté hace rato.... Pero estaba muy a gusto, aparte tu no me dejaste salir de la cama— dijo con fingido enojo, abriste la boca sorprendía mientras te apuntabas.
—¿¿yo??— dijiste.
—si tu, me trate de salir pero me tenías amarrado— se quejo mientras volvía a bostezar.
