¶¶ dónde T/n está embarazada de nadie más y nadie menos que Hugh Ransom Drysdale.
Hugh Ransom Drysdale y T/n Cabrera tienen un pequeño encuentro.
De ese pequeño encuentro T/n se entera que esta embarazada, algo que no creía capaz, pero al enterarse...
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30 de diciembre
—Hola Marta— saludo Meg mientras se acercaba a la recién nombrada. Esta estaba distraída que sólo brinco por el susto.
—dios Meg, me asustaste— dijo Marta con su expresión de asombro, su mano estaba colocada en su lecho dando dramatizmo.
—si lo siento......— se disculpo mientras bajaba la mirada con poca pena. —Oye Marta— murmuró tras acercarse a la recién nombrada, la cual no tardo en sonreír.
—¿que paso?— pregunto desconcertada.
—mmm..... ¿Tienes hermanas?— pregunto Meg con tono inocente trataba de aparentar que no moría de la curiosidad.
—mmm si... ¿Por qué?— pregunto confundida por la reciente pregunta.
—hum.... No nada más....— murmuró Meg.
No sabia que preguntar, quería saber sobre el tema de Ransom, según Jazmín, Marta era hermana de la supuesta novia de Ransom.
Marta junto sus cejas mientras sonreía confundida. Pm —¿pasa algo Meg?— pregunto Marta.
Meg asintió de inmediato.
—hum.... Si, tengo una gran duda que necesito resolver— murmuró tras cruzarse de brazos.
—mm, mientras yo sepa responderte— comentó con una risilla leve.
—si.... Es sobre Ransom— comentó seria.
Marta de inmediato apretó sus labios.
Deseaba que Meg no la interrogara, que no le hiciera preguntas, Marta podría decirle a todo el mundo lo que pasaba, pero necesitaba tu autorización.
Meg sabía que Marta no podía mentir, lo usaría en su contra.
—¿q-que tiene Hugh?— pregunto fingiendo no estar nerviosa.
—hum.... Estaban diciendo la otra vez que... Que el iba hace padre...— murmuró observando cada una de las facciones de Marta.
La cual trago en seco y sonrió forzadamente.
—¿en cerio?— pregunto Marta mientras se mordía la mejilla.
"relájate"
Se repetía mentalmente.
—hum... Si... Creí que ya sabias— dijo Meg cruzada de brazos.
—hum... Si, quizás— dijo sonriendo.
—estas mintiendo— murmuró Meg alzando una de sus cejas bien cuidadas en vista de la castaña.
El labio de Marta comenzó a temblar con miedo. El nerviosismo llegó a ella gracias a la intimidante mirada de Meg.
