¶¶ dónde T/n está embarazada de nadie más y nadie menos que Hugh Ransom Drysdale.
Hugh Ransom Drysdale y T/n Cabrera tienen un pequeño encuentro.
De ese pequeño encuentro T/n se entera que esta embarazada, algo que no creía capaz, pero al enterarse...
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—Ya no le hablaré mal de ti al bebé— comentaste llevándote una cucharada de nieve a la boca. Ransom frunció el ceño y te observo por unos segundos.
—en ese caso, este papá lleva un punto— festejo con una media sonrisa.
—solo por la nieve— aclaraste volviendo a comer otra cucharada.
Pasaste tu vista al frente al ver que llegaron a la mansión. Ransom estacionó el auto frente a esta, antes de bajar se coloco sus lentes con delicadeza, para después salir del auto e ir a tu puerta y abrirla.
Sin decir nada, ambos se encaminaron a la entrada, Ransom coloco su mano en tu hombro, solo bastaron unos toques antes de que Fran abriera la puerta con una sonrisa que fue borrada al verte junto a Ransom.
—fran— saludaste alzando tu mano al aire. Más Fran parecía congelada, pasaba su vista de ti hacia Ransom, de Ransom hacia ti, repetidas veces.
—¿tenemos algo en la cara?— comentó Ransom rodando los ojos, aunque no se pudo ver gracias a sus lentes.
—Ransom— dijiste en bajo dandole un codazo en su abdomen. Más este solo bufo.
—T/n— comentó Fran ignorando por completo a Ransom, abrió paso para que se adentrarán.
"¿Fran no sabía?... Creo que no...."
Te regañaste mentalmente mientras veías a Fran cerrar la puerta no sin antes darle una mirada de enojo a Ransom, el cual ni cuenta se daba.
Con su mano asegurada en tu hombro te encaminó hacia la puerta trasera de la casa, llevandote a otro lugar que era parte.
Pasaron por un gran ventanal, donde Ransom se detuvo al igual tu, su vista capto algo en el ventanal. Tu confundida lo viste con el ceño fruncido, para después voltear al mismo lugar que el.
Brincaste del susto al ver a una mujer mayor de edad detrás del ventanal. Llevaba un gran abrigo y al parecer estaba sentada. Su vista estaba perdida, unos grande sientes decoraban su arrugado rostro.
—ella es....— dijiste en murmuró ladeando tu cabeza al ver como la mujer te seguía con la mirada.
—ella es la abuela eternidad— murmuró asintiendo.
—no seas grosero— murmuraste golpeando su abdomen con tu codo levemente. Se quedaron congelados observando como la anciana mujer los seguía con la mirada. Todo esto se vio interrumpido por un grito femenino.
—Ransom y su linda novia!!!— grito Jazmín a lo lejos.
—ay no..... Es encerio.... ¿Que no se había ido?— pregunto Ransom con irritación.
