--- ENTE| es un concepto filosófico que remite a lo que es, existe o puede existir. Un ente participa del ser y tiene propiedades que, como ente, le son propias.
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[ historia en castellano ]
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Cierto chico despertaba de su corto sueño en una camilla. Giró su cabeza, pudiendo apreciar una mata de color rubio en la camilla continua a la de él.
Ahora bajo su mirada al ver otra presencia en la habitación, encontrándose con una enfadada y enfurecida mirada violeta.
- ¿Qué haces aquí?
- No puedo pelear en la final, porque ese idiota aún no se ha despertado. -bramó entre dientes molesta, señalando con su cabeza hacia la otra camilla.- Y tú acabas de hacerlo, así que ahora no tendré que esperar a que él despierte sola.
El chico empezó a recordar vagamente lo que había pasado. Y agachó su mirada, en un intento de buscar la de la chica.
- Siento si te he decepcionado.
- ¿Intentas darme pena? Porque déjame decirte que pareces un cachorro.
El masculino negó con la cabeza enseñándole una diminuta pero visible sonrisa a la chica.
- Me dijiste que utilizará mi lado izquierdo...Pero en el combate contra él simplemente no pude.
Leah pasó sus dedos entre sus mechones, finalizando por recargar su cabeza en su mano derecha, mirando al chico.
- No puedes utilizar tu don de golpe, deja de culparte por todo.
Todoroki suspiró, pasándose su mano derecha por su pelo, en un intento de peinarse.
- ¿Cuánto tiempo llevo en la camilla?
La de ojos violetas miró el pequeño reloj de pared que había en la habitación en la que se encontraban.
No había pasado mucho tiempo. Pero si el necesario para que ella pudiera descansar completamente y aprovechar para pensar en su último combate.
- Veinte minutos.
El bicolor asintió, escuchando la información que la femenina le estaba dando.
- ¿Y todos los demás aún están allí sentados?
Leah reprimió una risa, cerrando sus labios en una curva línea. No podía creerse como el chico a veces podía llegar a no utilizar su cabeza para cosas tan insignificantes como aquella.
- A veces dudó de tu inteligencia.
Un gruñido se escuchó a las espaldas de la única chica presente, haciendo que la conversación de los otros dos parara y se giraran, observando a un rubio empezando a levantarse de su sueño.
- ¿Qué mierdas hago aquí?
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