29 - the plan

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— capítulo veintinueve.
(el plan)

El rubio observó con sus ojos crispados el rostro sereno de la azabache

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El rubio observó con sus ojos crispados el rostro sereno de la azabache. Sus labios estaban entreabiertos, y sus mejillas con un leve sonrojo debido a las inevitables lágrimas que había soltado.

Bakugo no las apartó, al menos no cuando ella estaba despierta. Una fina línea cruzaba por sus labios, con la imagen en la cabeza de una destrozada e inofensiva niña frente a él.

Desde luego que no se había imaginado la vida de la chica así.

Él pensaba que tan solo era una persona fría y antisocial, aunque si la conocías te dabas cuenta de su buen e inocente corazón.

Aunque no había tenido tanta relación con ella, Leah nunca le miró como alguien inferior, tampoco como un superior. No le observaba con miedo, o con ira, tampoco le trataba mal por su forma de ser ni por sus métodos de combate.

Todo aquello hizo que tuviera sus respetos, pero ver la forma de batallar y luchar de la chica, ver la utilidad que le daba a su don, eso ganó por completo una parte que parecía invisible en el corazón del chico.

La admiraba, y con todo lo que le había contado la chica aquel sentimiento solo pudo crecer.

No sabia cuánto tiempo llevaban hablando, ni cuanto él observándola metido en sus pensamientos, pero el cielo era oscuro, y las estrellas iluminaban de forma tenue la habitación, dejando a la vista las pupilas dilatas de Katsuki que recorrían los carnosos labios de la chica.

Chasqueó la lengua ante la idea que cruzo por su cabeza, y quedó observando el suelo.

Él también se había abierto hacia Leah.

Le había comentado sus miedos más oscuros, como aquella sensación que a veces tenía de decepcionar a los demás al no ser el mejor, que los demás se quisieran ir de su lado por ello.

Ella le había mostrado una dulce sonrisa, una que solo había visto que sacaba con Momo o Shoto. Aún podía escuchar sus palabras salir de su boca.

Como con su dulce voz le había dicho que no pasaba nada si alguna vez era débil, a la única persona que no debía decepcionar era a él mismo, por ello siempre tendría que estar satisfecho con los esfuerzos que daba, por cómo luchaba sin rendirse, y no tenía que hacer que las expectativas de los demás cambiaran las suyas.

También recordaba como ella le reprochó por sentirse más débil al llorar. Con el paso del tiempo Leah, había aprendido que llorar no tenía nada de malo, aquellas lágrimas tan solo era fruto de lo que una persona había aguantado, y a veces era bueno liberar aquello para seguir adelante.

Aunque ella no le reprochaba por no querer llorar delante de la gente. A veces a uno simplemente no le gustaba mostrarse más vulnerable frente a los demás, no quería preocuparles o simplemente no tenia la necesidad de verbalizar lo que sentía.

ENTITY | My Hero AcademiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora