20 - practices

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— capítulo veinte.
(prácticas)

- Nathan, alguna vez podría

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- Nathan, alguna vez podría...¿tener un teléfono?

Este giró su cabeza al oírme, y pareció dudar ante mi idea.

- Así podrías asegurarte de que estoy bien. -musité, en un intento de convencerle con mis palabras.

Ante aquello pude ver como la duda dejaba de inundar su rostro y dejó escapar un tenue suspiro.

- Sí...tendrás un teléfono.

Sonreí levemente ante aquello, poniéndome de pie y alejándome para ir a lavar el bol donde anteriormente se encontraban los cereales.

Escuché su carraspeo de forma floja, llamando mi atención.

- ¿Te gusta la academia, Leah?

Medité unos segundos. ¿Me gustaba realmente?

Allí me sentía libre, fuera de cadenas, podía mostrar mi poder y nadie huía, corría, o se asustaba de mí. Incluso me atrevería a decir que algunos me miraban con admiración, por no decir la mayoría.

Las personas eran amables, por lo menos la gran parte de ellos. Y en tan poco tiempo me han hecho sentir cómoda y contenta, como si mi vida en realidad no hubiera sido un desastre hasta el día de hoy.

Escondí una sonrisa que amenazaba con mostrarse en mis facciones y simplemente me encogí de hombros, sin querer mostrar algún tipo de emoción.

- No está mal. -susurré, aunque lo suficientemente alto como para que él me escuchara.

Un suspiro tembloroso salió de sus labios, y ante aquello no pude evitar girar para mirarle, tan solo para observar un ceño fruncido.

- Leah, en un mes dejarás la Yuei.

Ante sus palabras dejé de mantener mi peso sobre mis pies para dejar caer mi cadera contra la encimera de la pica, sintiendo como mi expresión neutra se marcaba mostrando un sentimiento de desencajó y desagrado.

- Hace unos meses me obligabas a ir y ahora quieres que la deje, ¿qué ha cambiado?

Desde luego que no entendía a Nathan. Hasta ahora nunca había salido de mi zona de confort, y ahora que ya estaba fuera no quería volver a refugiarme, volver a mi vida anterior donde solo respiraba el aire del laboratorio.

Aunque antes me negaba a la vida fuera del centro, ahora ya no era ignorante del mundo exterior, había conocido a personas muy amables y con las que no me importaría pasar mis próximos años.

El adulto frente a mi carraspeó.

- Leah...solo intento protegerte. Mis sueños me muestran el futuro, te veo sufrir, y no quiero eso para ti.

Fruncí levemente el ceño, apoyando las palmas de mis manos en la encimera con un amargo sabor en la boca de mi estómago.

- Deja de lado tus sueños Nathan, no tienes derecho a decidir lo que quiero o no quiero hacer. Es mi futuro del que estamos hablando, no del tuyo.

ENTITY | My Hero AcademiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora