37 - crying doesn't make you weak

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— capítulo treinta y siete.
(llorar no te hace débil)

Hay algo mal conmigo, un vacío

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Hay algo mal conmigo, un vacío.

Estoy a la deriva y no tengo un propósito.

Pensé que lanzarme a la academia era la respuesta para combatirlo, y me equivoqué.

Habían pasado varios días de mi llegada, días en los que si no estaba en la escuela, o en mis prácticas para obtener la licencia, estaba encerrada en mi habitación hasta que finalmente o Shoto o Katsuki entraban.

Pero mi cabeza no dejaba de darle vueltas mientras observaba la sopa frente a mí.

Hoy era el funeral de Ryan, y mi pecho físicamente dolía.

Siempre pensé que si o Ryan o Nathan morían, tendría al otro para respaldarme y sentirme protegida, y que cuando el otro muriera, yo ya sería lo suficientemente autónoma como para no necesitarles.

Pero había perdido a los dos, y mentalmente era inestable.

- Leah, es la hora.

Ante la voz de Aizawa, me levanté de mi asiento, notando como los de la clase también salían del edificio.

Empecé a caminar, escuchando como los pasos de mi profesor me seguían.

Cuando estaba en el colegio, el adulto siempre tenía su atención puesta en mí, como si estuviera esperando a que me desplomara en cualquier momento.

En las prácticas, Todoroki y Bakugo estaban a mi alrededor, ninguno de los dos se separaba de mí ni me dejaba respirar.

Pero cuando la noche llegaba, yo ya no tenia a nadie, y mis pensamientos me martillaban la cabeza.

Me senté en el asiento del autobús que nos llevaría a la iglesia para el funeral, a un lado del chico bicolor.

Durante los últimos días, él y yo habíamos estado repitiendo lo de aquella tarde, y siempre nos quedábamos necesitados de más del otro, pero acabábamos tumbados en mi cama hablando.

Este no tardó en entrelazar su mano con la mía, como muestra de apoyo y de afecto.

La apreté fuertemente, aferrándome a ella como si fueran mi único salvavidas en un mar repleto de tiburones.

Sentí algunas miradas pesadas en mí, pero las ignoré, a sabiendas de que serían miradas de pena.

Simplemente cerré los ojos durante todo el trayecto, enganchada a Shoto sin importarme el qué fueran a opinar los demás.

ENTITY | My Hero AcademiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora