--- ENTE| es un concepto filosófico que remite a lo que es, existe o puede existir. Un ente participa del ser y tiene propiedades que, como ente, le son propias.
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Salí del despacho del director Nezu, donde la junta con todos los profesores del instituto y otras personas importantes del país me habían estado haciendo preguntas.
Aizawa estuvo a mi lado todo el rato, brindándome el apoyo necesario.
- ¿Eso es todo? -pregunté, viendo como ya nadie más tenía ninguna pregunta.
Todos intercambiaron miradas, sin decir ni ninguna palabra.
El oso no tardó mucho en asentir hacia mí, regalándome una pequeña sonrisa.
- Sí. Puedes tomarte el día de descanso, Leah.
Le agradecí, dándole una última mirada a mi profesor antes de levantarme para marcharme de allí.
Cuando llegué a la residencia, todos ya se encontraban ahí desayunando.
Aizawa había venido a buscarme a primera hora de la mañana, antes de que todos se despertaran.
La chica invisible se acercó a mí, pues había sido la última en salir de su habitación y justo cuando yo entraba por la puerta principal ella salía del pasillo que daba a los dormitorios.
- ¿Como ha ido, Leah? -me preguntó, haciendo que todos dejaran de hacer lo que estaban haciendo, atentos a mí.
Contuve la respiración unos segundos, antes de que una sonrisa de lado se apoderara de mis facciones de forma inevitable.
- Estoy de vuelta. Y haré el examen para conseguir mi licencia con Shoto y Katsuki. -mencioné, ganando que todos se emocionaran.- Aunque me han dicho que alguien debe adoptarme, están buscando alguna solución a eso...Es una tontería, implicaría poner a alguien en peligro.
Momo se levantó rápidamente de su sitio, acercándose hasta donde me encontraba y agarrándome de los hombros con fuerza.
Miré su cara, parecía enfadada.
- Deja de decir bobadas, Leah. ¿Pretendes entonces que te lleven a un orfanato?
Fruncí el ceño, sin terminar de comprender que era lo que le molestaba tanto.
- No. Simplemente que esperen a que pase un poco más de tiempo. -dije de forma obvia, mirándola fijamente a los ojos.
La pelinegra me apretó aún más de los hombros, sacudiéndome ligeramente.
