--- ENTE| es un concepto filosófico que remite a lo que es, existe o puede existir. Un ente participa del ser y tiene propiedades que, como ente, le son propias.
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Me desperté al sentir algo en mi cara, y al abrir los ojos, me encontré con la sonrisa de oreja a oreja de Kaminari y Mineta.
No recordaba en qué momento me había quedado dormida ayer, por lo que no me fue muy difícil darme cuenta de que estaba estirada en el suelo, con Momo y Uraraka pegadas a mis lados, ellas aún dormidas.
Pude ver un rotulador negro entre los dedos del rubio, y no tardé en darme cuenta de lo que estaba pasando.
Al parecer, a aquellos dos chicos se les había ocurrido la maravillosa idea de aprovechar que estábamos dormidas y dibujar en nuestras caras.
Al ver como mis ojos se abrían, los dos se pusieron rápidamente de pie, dejando automáticamente de reír.
Un tick en el ojo empezó a aparecerme, mientras intentaba aguantarme las ganas de ponerme de pie y matarles.
Me puse de pie, caminando de forma lenta hacia el dúo, quien empezaba a retroceder con expresiones asustadas.
Denki le pasó casi volando el rotulador al más bajito, y este se lo mandó de vuelta, y así sucesivamente.
- ¡Era-era solo una broma, preciosa! -exclamó el chico uva, al mismo tiempo que el rotulador se resbalaba de sus manos hasta el suelo.
Ignoré sus palabras, tan sólo consiguiendo que mi enfado aumentara.
- ¡Mineta, Kaminari, os voy a matar!
Tras lo que dije, o más bien, chillé, los dos empezaron a correr por el comedor, y yo les empecé a perseguir, usando mi don para lanzarlos los objetos que se me cruzaran por el camino.
Me topé, o más bien, me estampé contra una mata bicolor que caminaba por allí, provocando que me desestabilizara.
Denki y Minoru aprovecharon aquello para escaquearse, aunque no me pudo importar menos cuando mis ojos chocaron contra unos heterocromáticos.
Los largos dedos de Shoto se colaron por mi cintura, salvándome de una caída.
- ¿Estás bien?
Me fue inevitable sonrojarme levemente ante la cálida y suave voz del chico frente a mí, a sabiendas de que para ahora las chicas ya estaban despiertas, y seguramente observando la escena.
Aquellos pensamientos hicieron que me pusiera nerviosa, y me sentí incapaz de soportar más tiempo la mirada de Todoroki, por lo que desvié mi mirada hacia abajo unos dos segundos.
