--- ENTE| es un concepto filosófico que remite a lo que es, existe o puede existir. Un ente participa del ser y tiene propiedades que, como ente, le son propias.
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[ historia en castellano ]
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— capítulo diecinueve. (de vuelta a la normalidad)
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Escuché el cantar de los pájaros a la lejanía, al igual que las luces del sol chocaron contra mis párpados, haciéndome sentir uns ardor en mis ojos.
Entreabrí los ojos, reincorporándome.
Un gruñido se deslizó por mis labios, debido al dolor que recorrió por mi abdomen al momento de sentarme.
Terminé de abrir los ojos, para observar dónde me encontraba. Estaba en una habitación de hospital, ahora sentada en la camilla. Y para mi sorpresa también se encontraban Todoroki, Iida y Mideoriya en la habitación, el último aún dormido.
Al parecer tenían más atención en mí que en su conversación, pues habían parado de hablar para mirarme.
Bufé, tirando del cuello de mi bata de hospital para mirarme desde arriba. Una gasa tapaba mi abdomen, justo donde antes tenía el profundo corte.
Después levanté un poco mi bata, tan solo para observar ahora la otra gasa que tenía en mi muslo izquierdo.
Elevé mi mirada, encontrándome con las caras de los chicos levemente sonrojadas, y no pude evitar que una floja risa se escapara entre mis labios.
- Tranquilos, tampoco me iba a desnudar. -musité de forma vacilante.
Miré una última vez hacia Todoroki, disfrutando de sus mejillas rosadas, y guiñándole mi ojo izquierdo tan solo para que sus mejillas se sonrojaran aún más.
Desvíe mi mirada, mientras cambiaba de tema.
Volví a mi cara neutral, señalando hacia mis heridas.- ¿Dejarán cicatriz?
Todoroki negó de forma mecánica.- El médico dijo que no.
Le agradecí de forma corta, elevando una ceja ante mi repentina pregunta.- ¿Sabéis sí Destello está por aquí?
- Está en la habitación de la derecha.
Asentí de forma sutil, mientras movía mis piernas hacia la derecha. Deje caer mi peso de forma suave, hasta que sentí mis dedos tocar el frío suelo.
Antes de poder avanzar un paso, la voz de Tenya me paró.
- ¿Dónde vas, Leah? No deberías moverte de aquí, deberías avisar a un médico.
Me encogí de hombros, siguiendo mi caminata hacia la puerta sin girarme.- A ver a Destello.
- No vas a moverte de aquí.
Bufé, recargándome sobre el marco de la puerta y dándole una rápida mirada al delegado.
- Vuelvo en menos de cinco minutos, tranquilo.
El de gafas hizo el amago de levantarse, pero el chico de ojos hetero cromáticos le sujetó por la muñeca, negándole de forma sutil con la cabeza.
Ignoré si Tenya seguía intentando para mis pasos, dirigiéndome de forma rápida a la habitación de la derecha.
