--- ENTE| es un concepto filosófico que remite a lo que es, existe o puede existir. Un ente participa del ser y tiene propiedades que, como ente, le son propias.
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— capítulo veintiséis. (liga de villanos. parte uno)
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Ya era de noche, y los grupos de dos ya estaban hechos, yo iba junto a Mideoriya.
La prueba consistía en un recorrido de noche, donde las clases estaban divididas y habían parejas de cada clase.
La clase B nos asustaría primero, y luego nosotros a ellos.
Un fuerte olor a quemado inundó mis fosas nasales, y no tardé en llevarme una de mis manos a mi nariz, tapándola como pude.
Dos villanos no tardaron en hacerse presente, uno llevándose por delante a la chica gata rubia que nos supervisaba, haciendo que todos abriéramos nuestros ojos en grande.
Mis pensamientos no tardaron en dirigirse hacia Kota, recordando nuestra conversación aquella mañana.
Analicé todo el escenario con mis ojos, sin tener rastro del pequeño. Al parecer a mi acompañante se le pasó la misma idea que a mi por la cabeza, puesto a que él no era tan disimulado como yo y empezó a mover su cabeza de forma frenética, murmurando el nombre del niño.
Empecé a retroceder paso a paso, con la mirada puesta en la montaña donde estuve hablando con Kota.
- Leah, ¿a dónde vas?
Ante la voz de Mideoriya enfoqué mi mirada en él, tirando rápidamente de su mano para que me siguiera.
- ¿Qué-qué haces?
Continué caminando, con su mano entrelazada con la mía, solo que ahora el intentaba seguir mi ritmo.
- ¿No estás preocupado por Kota? -inquirí, siendo consciente de su dilema interno.
- ¿Ah? Sí. -asintió con firmeza.
- Pues vamos.
Solté su mano para empezar a correr, sintiendo aún más el olor a quemado.
- ¡Espera! ¡Debemos avisar a los demás!
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Terminamos de correr al llegar a la cima, y abrí los ojos de par en par al encontrarme con un encapuchado a punto de golpear a Kota con su enorme brazo.
