XXV

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20 de marzo. Aries;

Salgo de mi cuarto y empiezo a caminar por el pasillo principal. Veo por el ventanal, todos están divirtiéndose en la piscina. Hasta el burro la está pasando bien, excepto yo, que nunca me avisan cuando vamos a hacer algo.

Mañana es mi cumpleaños. Puta madre, que divertido, todo está cerrado por la cuarentena y el protocolo.

Hoy es de esos pocos días libres que nos dejan, y yo durmiendo 17 horas. Me lo merezco, mañana probablemente nos harán salir nuevamente a las calles de guardia, que divertido jugar a los policías.

Vuelvo a mi cuarto para ponerme el traje de baño y vuelvo a salir para el patio.

- Gracias por avisarme de la actividad colectiva de hoy - digo sarcásticamente y me siento en el borde de la piscina

- Tan bien que estábamos conviviendo todos por una vez, tenías que aparecer tú - Géminis me miró con desagrado y se lanzó al agua.

¿Qué demonios le pasa?

- Si esto responde tu pregunta, normalmente cuando apareces hay algún conflicto. Pero si te quedas tranquilo todos estaremos en harmonía - me dice Libra desde un asiento.

- ¿Te gustaría dejar de entrar en mis pensamientos? Gracias - digo sonriendo con sorna

- ¿No te vas a meter? - Leo me dice desde dentro.

- Por supuesto - digo y me lanzo a la piscina.

- Perfecto. Juguemos al marco polo - dice Sagitario y aplaude con una sonrisa en la cara.

- ¡Espera! - Virgo detiene a su mejor amiga - ¿Puedes ponerme protector solar? También quiero jugar

- A mí también, ¿Puedes? - le pidió Libra

Oh vamos

- Pónganse entre ustedes - dice sin darles mucha importancia - Géminis y ustedes son las de las pieles sensibles, ayúdense un poco y no se arranquen los cabellos. ¡Al agua pato! - dice y se lanza al agua de un chapuzón.

Se me escapó una pequeña risa nasal y empecé a nadar.

- ¿Saben qué? Nosotros les ponemos el protector para evitar conflictos - dice Tauro mirando a Piscis.

- Gracias - suspiró Libra.

Dejé de prestarles atención y nos pusimos a jugar los demás en la piscina.

No sé cuánto tiempo pasó, pero empezó a oscurecer. Escorpio encendió las luces de la piscina y el patio para más comodidad.

De la nada empezó a llover. Todos miramos a Piscis, normalmente es por sus cambios de humor.

— Dejen de mirarme. No soy yo — dice algo molesto al darse cuenta que lo mirábamos.

Inmediatamente miré a Cáncer, estaba viendo a un punto fijo.

— ¿Y a tí que te pasa ahora? — le digo

— Tengo un mal presentimiento y no sé que es — dice sin mirarme y dirije su mirada a Piscis y Escorpio — ¿Ustedes dos no?

— Bueno... Yo siento el ambiente un poco pesado — le dice Piscis rascando su nuca y mirando al piso, despistado.

— Sinceramente yo también, pero son malas vibras, como un estrés muy grande — dice Escorpio, restándole importancia — No le prestes atención.

— No  — Dice Virgo ignorando a Escorpio y empiezas caminar hacia Cáncer mientras la mira, seria — Los tres sienten algo raro...

— No es la gran cosa — la interrumpe Escorpio — Una vez pasó lo mismo y era que Piscis tenía dolor de estómago.

Experimento 12-ZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora