XL

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20 de julio. Sagitario:

—¡Eso perras! ¡Trabajen para mí! —gritó Leo desde la silla de playa con una limonada en la mano.

—Me tienta el lanzarle un árbol por la cabeza a veces —dice Virgo a mi lado en voz baja mientras mueve unas sillas.

—Ya déjalo, es su día especial —dije y le sonreí.

—Que se mueva él...

—¡Sagitario! —Piscis la interrumpió, llamándome.

—¿Qué sucede? —digo en voz alta y camino a su dirección.

—¿Sabes donde dejamos los inflables? Leo dijo que quería un castillo con tobogán que de a la piscina.

Que exquisito.

—Géminis debe saber —digo y la miro, devuelvo la mirada a Piscis —Yo le pregunto, no hay problema.

—Gracias...

—Pero —lo interrumpí —Ayuda a Virgo con las sillas.

Asintió y se alejó. Suspiré y me acerqué a Géminis que estaba inflando los globos.

—Géminis, ¿Sabes donde están los inflables?

—En el ático B.

¿No podían dejarlos en un lugar más accesible?

—Bien —dije sin más y empecé a caminar para irme.

Al entrar, Escorpio me detuvo.

—¿Necesitas ayuda?

Lo miré extrañada. —¿Cáncer te mandó de ayudante?

Asintió —“Sirve de algo, niño” —dijo tratando de imitar su voz.

Me reí —Ayúdame a buscar los inflables del ático B.

—¿Para qué...

—Leo quiere que hayan inflables —rodeé los ojos, divertida.

—Que pesado es.

—Déjalo ser.

—Lo único que hizo fue acostarse en una silla con su bañador, lentes de sol y un vino a dar órdenes.

—Ahora está tomando limonada —lo corregí.

—Que milagro —hizo una pausa —Bien, ya vámonos a buscar las cosas para el rey antes de que se ponga más molesto y le dé un puñetazo.

—Vas a romper sus lentes de Christian Dior, ¡Oh, no!

—Vamonos.

Llegamos al cuarto piso y entramos al ático B, sacamos todos los inflables en cajas como pudimos y volvimos a bajar.

Llegamos al patio de nuevo y dejamos todo en el piso junto a Piscis.

Volví adentro a ayudar a Cáncer con lo que sea que estaba haciendo y Virgo también estaba ahí.

—¿Necesitan ayuda?

—Sí, ¿Puedes traer al idiota de Acuario? Está en su cuarto sin hacer nada, y necesitamos a alguien más además de Libra y Géminis para inflar todo lo que quiere el otro imbécil.

—Es imposible, ya he intentado sacarlo, pero no quiere —dije mirando a Virgo —No sé que le sucede.

—Yo tampoco, pero que sirva de algo. Está igual de flojo que Tauro, que tampoco sale de su cueva.

—Hay que dejarlos solos, tal vez no se sientan bien y por eso su encierro —comentó Cáncer

—No es justificación, estamos todos aquí haciendo cosas para Leo y su cumpleaños mientras ellos no hacen nada. Si no ayudan, no los quiero ver disfrutando después.

Experimento 12-ZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora