Epílogo

351 37 14
                                    

Septiembre de 2021. Acuario:

-¿Dónde dejaste mi libro? -dijo Virgo revisando mi biblioteca.

-Por ahí, con los azules -contesté, desinteresado mirando mi teléfono.

-No lo veo... ¡Ah! ¡Ya lo ví! -dijo y se volteó con el libro entre sus brazos y una sonrisa inocente -Creí que lo habías perdido.

-Como siempre.

-Cállate.

—Cállate tú, imbécil — contesté.

La vi hacer ojitos y luego se acercó a mi, curiosa.

—Oyee, ¿Que estás viendo, Acuario? —dijo casi tirándose encima de mi, como una garrapata

Hice una nueva mientras trataba de quitarme un poco de su peso de encima.

—Sagitario ha escrito... —dije mirando a un costado

—¿SI? MI NOVIA!! —terminó de lanzarse encima de mí y me arrebató el celular.

Suspiré de brazos cruzados.

—¿Cómo que están todos en la casa de Escorpio? —dijo frunciendo la vista en el celular. —¿Por qué nosotros no?

Levanté los hombros. —Supongo que avisaron a última hora, y no he encontrado un puto boleto para ambos.

—Quiero ir —su voz se volvió aguda e hizo gestos de niña pequeña.

Caprichosa

—Virgo, hay otras cosas que hacer... La universidad es nuestra prioridad ahora. — me rasque la nuca.

Se levantó de repente y cruzó los brazos.

Su mirada me ardía.

—Eres un estúpido, algo ocultas.

Tenía razón, algo ocultaba; no estoy seguro de volver a verlos.

—¡Saca tú el puto pasajes si tanto quieres ir! Y ya no jodas mi espacio personal, mocosa.

Se hizo para atrás, silenciosa. Sus ojos empezaron a brillar como cristales a punto de despedazarse.

—No te conozco, ¿Por qué te comportas como un completo inútil?

—No me estoy comportando de tal forma, cállate un poco, niña. —bufé

—Muérete.

Salió de la habitación, dando un golpe a mi puerta.

Suspiré.

Tiene razón.

Sagitario:

—me ha clavado el visto —dije en voz alta.

—¿Quién? —Tauro se asomó por la barra.

—Acuario.

—Que raro, a lo mejor dejó el celular encendido, quien sabe —alzó los hombros y siguió comiendo.

—¡Escorpio! —grité

—¿Qué es lo que quieres? ¿No ves que estoy ocupado? —gritó desde el sillón.

—¿Sabés por qué no ha venido Acuario o Virgo? La verdad tenía ganas de que vinieran.

—Eh, es porque no los he invitado —contestó con una pequeña risita.

¿Eh?

—¿Y eso? —empecé a caminar hacia su dirección. —¿Por qué no?

Experimento 12-ZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora