XVIII

993 77 105
                                    

Virgo

Costó separarme de él, pero lo logré... Aunque no de la manera más pacífica. Es que no controlo mi fuerza.

Le dí un suave empujón. O eso creía yo. Me dí cuenta que lo golpeé demasiado fuerte cuando lo ví expulsarse hacia atrás y estrellarse contra una casa rodante. ¡Diablos,su brazo!

Si no tuviera a un depredador en frente caminando hacia mí saldría corriendo a ayudarlo, pero no sé cómo le caería a mi mejor amigo ignorarlo por completo.

Veo como se aproxima a mí. No parece enojado, es más, parece feliz. Momento, ¿Él no estará... Cómo este drogado le daré una buena paliza.

Está caminando demasiado lento y con sus manos detrás de la espalda, como si estuviera escondiendo algo. Algo está tramando y no creo que sea darle un ramo de flores a Escorpio por haberme besado. Me pondría nerviosa si fuera cualquier otro chico. Aunque viene lento, y parece que esconde algo oscuro, se me hace imposible pensar que haría algo malo. Es solo mirarlo para darse cuenta que es como león bebé tratando de hacerse el malote.

Me cruzo de brazos esperando que llegue a mí. Correría, pero mis piernas están en modo avión.

En un momento nuestras miradas se cruzan y entendí. Él está triste, algo lo tiene angustiado, nervioso. Pero no sé que es. Cómo puedo comienzo a acercarme y logro darle un fuerte abrazo. Es increíble lo lento que camina. ¿Realmente pasó tanto tiempo como para que mi mejor amigo se convierta en un anciano?

— Endereza la espalda, idiota — le digo sonriendo — No quieres quedar como el jorobado de Notre Dame — le doy unas palmadas y me separo de él — ¿Qué te sucede?

— ¿Ya me hiciste tu análisis facial? — dijo con una expresión de felicidad

— Te hice una pregunta.

— Yo también.

Aquí vamos. Han pasado solo dos segundos y ya empezó con sus juegos.

— ¿Sabes que si quiero puedo romper tu habitación en dos?

— Me quieres demasiado para hacerlo.

Y está en lo correcto.

Suspiro. No va a decirme nada, no ahora. Así que mejor cambio de tema.

— ¿Los demás no están despiertos? — Fruncí el entrecejo

— Despertarían en un rato. Pero con el ruido del golpe que Escorpio se dió no me sorprendería que... — se abre la puerta de la casa rodante dónde Escorpio se estrelló — ...se despierten ahora.

Del vehículo salió Capricornio. ¿En serio? ¿Justo ahí iba a estrellarse?

— Corre por tu vida ahora mismo — digo y lo tomo del brazo para empezar a correr entre lo que queda del bosque todo negro por el fuego. Es increíble como ya no hay casi nada. En menos de una semana estaremos en casa.

Capricornio

¿Mi despertar? No fue con los rayos del sol ni con pajaritos. Algo golpeó mi casa rodante,y además de golpearme a mí mientras dormía, dejó un hueco.

Salgo en pijama y sin nada en los pies, perfecto para que me clave algo o algún insecto me pique.
Escucho algo en el bosque, dos personas corriendo, por su forma de caminar, probablemente sean Virgo y Leo.

Al ver bien, veo a Escorpio. Una gran entrada si me lo preguntan, silenciosa y tranquila.
Lo veo haciendo muecas de dolor en el piso, como para no hacerlas. Aunque algo dentro de mí dice que fue por una estupidez. Decido ponerme de cuclillas y hablarle

Experimento 12-ZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora