Experimento 12-Z

IXXX

Leo;

— ¿Cómo dices? — digo sosteniendo mi celular en mi hombro y con la cabeza inclinada para que no se caiga mientras veo el camino.

— Que Virgo me ha llamado. Están bien, ya puedes dejar el escándalo y venir aquí.

— ¿Y dónde está?

— En Rusia. Ya ven aquí y déjate de dramas

Me quedé con las palabras en la boca cuando escuché que me cortó.

Hijo de puta

Manejé hasta llegar a casa y entré. Todos estaban cenando tranquilamente.

— Llegué — dije y me senté.

— Si, nos hemos dado cuenta. Tu forma de frenar es bastante particular — dice Piscis y rueda los ojos

— Tú me enseñaste a frenar así — me justifiqué.

— Yo te enseñé a frenar como una persona normal, tú le pusiste tu estilo. Que es bastante ruidoso, por cierto.

Puse los ojos en blanco y me puse a comer, al igual que los demás.

— Al final no me dijiste dónde estaban Virgo y Libra — digo mirando Escorpio. Él soltó su tenedor y me miró.

— No esperes que te lo diga tampoco. Mañana vendrán y punto.

— A ver si te calmas un poco — lo regaña Cáncer — Te lo preguntó bien — dice y arruga las cejas

No importa como se lo preguntes, siempre tendrá su característica contestación asquerosa.

— Voy a averiguarlo de cualquier forma — digo restándole interés. — Te estoy dando la opción de que me lo digas.

— Me dijo que no te diga nada.

— ¿Ah, y por qué no?

— Porque estás tan putamente loco que tomarias el coche otra vez y te irías a buscarlas sin importar los kilómetros a los que esté.

— Obviamente... — me puse a procesar todo lo que me dijo — ¿A cuántos kilómetros están?

— Unos 1400, aproximadamente — dice y busca en su celular — 1474,159 kilómetros, exactamente.

— Acuario...

— No te voy a decir que estado está a esos kilómetros tan exactos — dice y sigue con su comida.

— ¡Ah! ¡Vamos! ¿Nadie va a ayudar a un padre preocupado por su niñita? — digo y hago una pose dramática.

— Están en Georgia — Dice Géminis rápidamente.

...¿Cómo?

Ví como un cuchillo volaba por la mesa. Géminis lo desvío y cayó al suelo.

— ¿Qué te pasa? ¡Puto loco! — dice Géminis gritando, mirando a Escorpio con el ceño fruncido.

— ¡Dije qué no tenía que saber en dónde estaban! — dice furioso

Y el dramático soy yo. Oh sí, claro que sí.

— De todas formas no llegarás ni volando a toda velocidad. Tardarías un día entero, y para cuando tú llegaste, ellas estarán aquí — Continúa

— ¿Quieres apostar? — digo, desafiante

— ¿Y como planeas ir, genio?

— En helicóptero. Capricornio vendrá conmigo.