LI

583 62 10
                                    

16 de noviembre. Sagitario:

Es tan satisfactorio alejarme de todos por un momento, amo el sentimiento de soledad.

Uno muy infravalorado la verdad.

Estaba en el jacuzzi gigante, una de las mejores cosas de la mansión. Buen acompañante.

Tengo un champagne al lado mientras estoy viendo las estrellas, ¿Hay algo mejor? Probablemente no.

Me encontraba tarareando canciones de Bruno Mars.

Sí, Bruno Mars.

Y es que estoy tan agobiada de este lugar, cada vez todo está peor. Y no es mi obligación poner todo en orden.

Sentía las burbujas en todo mi cuerpo, cuando escuché unos pasitos.

—Holaa —llegó hasta el borde de la alberca y puso sus pies bajo el agua. —¿Interrumpo algo?

Negué con la cabeza, sonriente.

—No, todo en orden, quédate el tiempo que quieras. ¿Como estás, cariño?

Me devolvió la sonrisa. —Pensativa, pero bastante bien, ¿Tú? Bebiendo un champagne en el jacuzzi a la luz de la luna, ¿Buscas relajarte?

—Ay sí, ya ameritaba un descanso de la existencia —miré el cielo nocturno una vez más e inhalé el aire puro. —¿Por qué estás pensativa? ¿Sucede algo?

—Lo mismo de siempre, supongo —su sonrisa se desvaneció. —Es que estoy confundida.

—¿Confundía por que...? —dije dejando un espacio para que complete.

—Capricornio no me da ninguna respuesta, a nada. No digo que me trate mal o algo por el estilo, solo que no sé que somos, y no es tan cómodo estar así, ¿Entiendes?

—Si, cariño, te entiendo. Pero debes saber algo, Capricornio te aprecia, muchísimo, aunque no lo creas.

Y ni yo creía mis propias palabras, que Capricornio aprecie tanto a alguien como lo hace con Megan me parece irreal. Toda esta situación me es irreal.

—Soy consciente de eso, pero no me ha confirmado nada, y no quiero que parezca exigencia por mi parte, pero... No lo sé, es raro.

—Te entiendo, debes querer respuestas. Pero ni ella ni yo las tenemos.

Estaba realmente cansada, Megan me cae bien, pero vine para relajarme aquí.

—¡Hola! —se unió una voz más.

Hice una mueca, pero rápidamente la eliminé de mi rostro.

—Hola, Cáncer —dije tratando de disimular mi desagrado por su presencia.

Últimamente estoy teniendo menos tolerancia, y ciertamente es Cáncer quien quita la mayor parte de mi paciencia, Géminis y ella.

Si tan solo estuviera Virgo, pero no ha querido salir de su cuarto, y se comporta más paranoica de lo normal. Así la quiero.

—Hola, Cáncer. —Megan saludó igual.

—¿Qué hacían?

—Relajarnos —dije tratando de cortar todo tipo de conversaciones que puedan salir si le contaba el tema del que hablábamos.

Ha vuelto con Aries, es insoportable.

—Oh, que bien... ¿Cómo están?

—Bien. —respondimos ambas a la vez. Nos quedamos mirando unos segundos, y parece que no soy la única que quiere cortar conversación con ella.

Experimento 12-ZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora