Capítulo 16

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HOLA GENTE

Siento lo de los últimos días, como eran fechas festivas estuve muy ocupado, sin mencionar mis estudios, pero bueno, no quiero distraerlos mucho, solo disculparme con el retraso y espero que la hayan pasado muy bien navidad y año nuevo con sus familias. Aquí los dejo con el siguiente cap.

-Mierda...

Si se prestaba la suficiente atención al silencio, podía verse interrumpido por susurros idénticos que salían consecutivamente de la boca de Midoriya.

-Son casi las siete y no he encontrado uno que me complazca lo suficiente. ¡¿Qué sentido tiene tener mucho dinero si al final ni sabes en qué lo gastarás?!

Gritó lo último al cielo. Algunas personas de alrededor lo tomaron como loco.

-¡Exacto increíble desconocido con mucho sentido común!

Escuchó una respuesta. Giró su cabeza hacia donde el sonido le llegó.

-Tener mucho dinero es aburrido.

Otros la llamarían una mujer rellena, probablemente unas personas exageradas le dirían gorda, pero a Izuku le pareció muy bella con ese vistazo echado. Sobre todo, su cabello celeste, que le pareció muy peculiar y llamativo para cualquiera.

-¿Gracias? -cuestionó en voz baja al ver como ella se cruzaba los brazos y hacía un puchero. Sus ojos se cerraron por el fruncir de su entrecejo.

-¡¿Dime qué buscas?! ¡¿Cuánto dinero tienes?! ¡¿Qué uso le darás?! ¡¿Es para ti?! ¡¿Para alguien más?! ¡Dímelo todo!

El arranque que ella tomó fue muy inesperado. Cogió sus manos y casi hace que él tocase sus pechos. Anteriormente se hubiera avergonzado, pero Izuku Midoriya, no era el mismo. Se mantuvo más que sereno, de hecho, hasta un poco incómodo.

-Nejire, creo que deberías dejar al muchacho.

-Tamaki tiene razón, deberías controlar tus impulsos.

Dos voces nuevas. ¿Significarían más problemas? Izuku consideró la posibilidad de una retirada estratégica. Mas al verlos, apartó la idea de sus posibilidades.

-¿Eh? Pero si solo intento ayudar -respondió ella.

-Más bien parece que le intentas cortejar -el rubio sonrió nerviosamente al decirlo.

Describir la situación en la que inexplicablemente se había metido tomaría tanto tiempo que perderlo sonaba incluso estúpido.

-¿Me pueden dar sus nombres? -cuestionó con tranquilidad.

-¡No! -gritó el rubio alarmado.

Izuku parpadeó tres veces para ordenar sus pensamientos y así posteriormente responder.

-Em... ¿por qué no?

-Porque si te los damos, ¿luego cómo nos llamaremos nosotros?

Un silencio rondó los siguientes diez segundos.

-Ignóralo, su sentido del humor es demasiado avanzado para nosotros -le dijo la ahora conocida como Nejire.

-¿Según quién? -volvió a cuestionar él con una risita.

Ella solo se dignó a poner una mueca alegre mientras señalaba con el pulgar a su amigo al costado.

Las presentaciones se llevaron a cabo seguidamente de ese encuentro poco habitual. Se sabía lo básico del otro, nombres, apellidos, y la edad. La mención de sus estudios en U.A fue una coincidencia algo impactante para Midoriya y Nejire. Caminaron unos momentos por el lugar. Izuku sintió como si tuviese a Uraraka, Momo Lida o Mineta a su costado. Debió considerar llamarlos para pasar una tarde juntos, al menos así, no sería tan aburrido, sin embargo, admitía que esos tres no estaban nada mal.

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