Parte 04

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Despierto algo desorientada mientras me incorporo lentamente...la luz ataca mis ojos y vuelvo a cerrarlos de nuevo. Doy media vuelta y cubro mi cabeza con una almohada enorme, de inmediato soy consciente de que no estoy en mi cama.

Abro los ojos de golpe y me siento. Todo me da vueltas y algo golpea en el interior de mi cabeza, acaricio mis sienes tratando de apaciguar el dolor y miro en derredor. No puedo creer donde es que estoy.

Sostengo las sábanas negras que me cubren, el fuerte pero delicioso olor que las cubren no me pasa por alto.

Quisiera marcharme de aquí, pero cada movimiento que hago solo consigue empeorar mi jaqueca, por lo que decido volver a tumbarme.

-Para tu resaca. - me incorporo de un tirón al escuchar su voz, pero me arrepiento al instante ya que todo me da vueltas - Según Jasper lo mejor que hay tras una resaca es mucho líquido e ibuprofeno. Aquí tienes.

-No tengo una resaca. - niego al ver la píldora junto con el jugo que me está ofreciendo en una bandeja plateada - No recuerdo cuando fue la última vez que llevé una gota de alcohol a mis labios.

-Durante el último cumpleaños del menor de los Tachibana. - dice tomando asiento en la cama - Te encanta el vino.

-¿Cómo sabes...? - cubro mi rostro con ambas manos - ¿Qué más dije? - va a responderme, pero le detengo elevando una mano - Cambié de idea, no quiero saber. - lo pienso mejor - Bueno...solo dime qué fue lo peor que dije.

-Que era el Demonio más hermoso que habías visto en toda tu vida. - dice rápidamente -

-¿Eso es malo? - pregunto directamente, más sin evitar el rubor que sé que está cubriendo mis mejillas -

-¿Es normal que los humanos se sonrojen cuando tienen una resaca?

-¡No tengo una resaca! - protesto - Anoche solo...

-Estabas bastante borracha de poder. - bromea -

-Esa es una muy vulgar manera de decirlo. - me quejo para mirar a mi alrededor - Tienes que parar de traerme a tu habitación. Jasper acondicionó una muy bonita para mí. ¿Sabías?

-Yo no duermo en otra habitación que no sea la mía. ¿Sabías?

-No, no sabía. - digo mirándole directamente a los ojos - Como duermes fuera con tu amante.

-Con mi amante no duermo. - rechaza tajantemente, sorprendiéndome - Toma la pastilla y bébete todo el jugo.

Le miro más dolida que avergonzada, no puedo creer que me haya respondido de esa manera, aunque me merezco cada una de sus palabras. Llevo el medicamento a mi boca distraídamente, seguido del vaso, para beber solo lo suficiente para tragar. Después pierdo la mirada entre las sabanas negras.

-¿Escuchaste mis palabras? Termínate el jugo.

-Está...un poco dulce.

-Mi culpa. - alega retirando el vaso de entre mis manos - No tengo la menor idea sobre comida humana.

-¿Tú lo preparaste? - pregunto sorprendida -

-Jasper está fuera con Alec y todo el personal de servicio. - informa malhumorado - Otra de las geniales ideas de mi padre. No me quedó otra, aunque fue fatal el resultado.

-No está tan mal. - rechazo recuperando la bebida - Mejor dulce que sin azúcar. Lo que realmente importa es la intención. Gracias.

-Gracias a ti.

-¿Por qué?

-¿Cómo que por qué? - me mira confundido - Por... - su semblante cambia de sorprendido a ira pura de la nada - ¡Lo estás haciendo a propósito! - ahora soy yo la confundida - No estoy acostumbrado a esto, deberle algo a alguien y tener que... - hace una pausa - Mientras tú estás ahí sentada mirándome con cara de confusión fingida provocando que me irrite aún más.

Luz [COMPLETA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora