Parte 14

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Ellienne se esmeró con la decoración del lugar, cambió los manteles, alfombras y las cortinas por otras de tonos claros predominando el blanco, no más que para hacerme sentir cómoda.

Adornó todo con jarrones de calas y lirios blancos; y dispuso de la cristalería más fina y hermosa que he visto en mi vida.

Desde que abandonamos la habitación nos hemos mantenido uno cerca del otro, pero con cierta distancia. Dijo que estaban aquí cada una de las personas que recibieron la invitación, pero no recuerdo haber redactado tantas tarjetas.

Hay muchísimos invitados, todos vestidos de la más estricta etiqueta; agradezco a Ellienne por haberme obsequiado el conjunto que estoy vistiendo ahora mismo.

Todos los ojos están sobre mí, observando cada uno de mis pasos, mis gestos, mis palabras. Es bastante abrumador estar permanente observada, mucho más si son Demonios quienes me miran. Nunca antes he estado tan rodeada como ahora.

En la distancia un grupo de Demonios nos mira de manera insistente, tanto, que termina molestándome. No creo ser lo suficientemente paciente como para soportar toda la fiesta y...

Él rodea mi cintura con una de sus manos y me conduce hasta el grupo de Demonios.

-Evangeline Eusford, mi prometida. – me presenta – Ellos son Jaime y Jorie Redford, Hayato Takeda y a Garrett ya le conoces.

Redford, los hermanos de Josephine. Me yergo aún más al ver como me observan.

-Un placer. – asiento con la cabeza, los Demonios a su vez hacen lo mismo –

-Mi hermana envía felicitaciones. – informa el que parece ser el mayor de los Redford –

-Demasiado diplomático para ser Josephine. – se burla el japonés, bebiendo de su copa, pero sin apartar los ojos de mí –

-Tiene que aprender. – insiste el primero, riendo –

-Espero que consiga hacerlo. – desea Ethan y los Demonios asienten con la cabeza – Disfruten la fiesta.

Gracias al Señor nos alejamos caminando entre la multitud. Todos nos miran, elevan copas y algunos nos sonríen; pero nadie se nos acerca. Demasiados Demonios para mi gusto, hace que me sienta abrumada, que mi instinto de supervivencia esté en su alerta máxima.

La mano de Ethan rosa suavemente mi cintura, haciendo que eleve mis ojos a los suyos. En respuesta me acerca más él, algo que me hace sentir protegida.

Abandonamos la enorme sala y caminamos lentamente hacia las escaleras que dan paso al jardín delantero, junto a las fuentes donde todo es más fresco y libre. La brisa nocturna golpea suavemente mi rostro.

-¿Mejor? – pregunta – Estabas un poco tensa dentro.

-Perdón. – me disculpo – No estoy acostumbrada a estar rodeada de tantos Demonios.

-Ahora me corresponde a mí. – ríe – Todos los Cazadores están aquí. ¿Quién estableció la línea territorial? – bromea logrando contagiarme –

-¡Evangeline! – grita alguien en la lejanía –

Al levantar la vista observo una chica de cabellos rubios muy lacios y cortos moviendo una mano muy entusiasmada.

Todas mis chicas están aquí. No me había dado cuenta de cuanto les había extrañado hasta que les veo a todas reunidas.

-Ahora te toca a ti. – le amenazo en broma –

Él me mira y esboza una sonrisa torcida súper sensual que hace que mi corazón se salte un latido. Pero sé que la sonrisa no va más allá de sus labios, porque él se ha tensado a mi lado y su esencia se ha cargado negativamente.

Luz [COMPLETA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora