Luz [COMPLETA]

Parte 16

Aún no ha amanecido del todo y ya Colette está merodeando mi casa. ¿Cómo es que pasa más tiempo aquí que en el norte de Francia? ¿Cómo es que siquiera puede dirigir una cadena de restaurantes si siempre está aquí en mi casa?

-¿Dónde está Evangeline? - escucho la voz de Colette preguntarle a mi hermana -

-¿No lo sabes? - pregunto apareciendo en la sala - Pensaba que era tu nueva mejor amiga. - alego atravesándole con la mirada - Compórtate en mi ausencia. - pido besando suavemente la frente de Ellie -

-¿Dónde vas? - pregunta Colette irritado -

Sé que está mirando mi Armani negro perfectamente planchado con una corbata gris, porque hace semanas no hago más que vestir ropas más informales; como mi recién cortado cabello y mi porte de empresario autoritario y orgulloso.

Su mirada de desaprobación no me pasa por alto. Pero no me importa.

Le miro impasible.

-A mi oficina en la construcción. - respondo para luego desaparecer en una nube roja -

***

Ante la famosa tos fingida de Colette, la elegantísima morena que se halla reclinada sobre el escritorio en mi improvisada oficina se incorpora a mirar y le sonríe muy sensualmente mostrando sus bonitos dientes y su enorme escote.

-Buenas tardes. - susurra pasando junto a él, que asiente con la cabeza a modo de saludo -

Una vez a solas me dedica una mirada gélida que recibo entornando los ojos y dejando escapar un suspiro.

-Es mi arquitecta.

-Conozco a Coraline Miller. - alega - Revisó el proyecto de uno de mis Restaurants antes de construirlo. - explica - Es la mejor en su área. - asiento ante sus palabras porque son muy ciertas - Pero no le tienes aquí por ello.

Hace una pausa.

-Ethan, ella es una depredadora sexual. Es el Demonio de la Lujuria más poderoso que existe desde que tengo memoria, de hecho, cuando llegué a tener memoria ya ella tenía historia. Es cuatro siglos mayor que tú y además, lo quieras o no estás comprometido.

-¡Esto es estupendo! - protesto - Por un segundo pensé que estabas preocupado porque cayera en las garras de una depredadora sexual, pero todo esto es en nombre de tu nueva gran amiga. - va a protestar - Ahórratelo. - le interrumpo - Es la mejor en su trabajo, por ello la tengo aquí, no quiero que el edificio se venga abajo antes de construirlo.

-¿Desde cuándo te interesa la construcción? - pregunta sentándose delante de mí - Hasta donde sé, te encanta desmenuzar las propiedades, no construir otras. - alega con sorna -

-Construir viviendas es algo muy lucrativo. - simplifico - La población mundial aumenta cada vez más, eso provoca una demanda de viviendas en el mercado.

Explico, pero sé que no se está creyendo ni una sola de mis palabras. Por lo que opto por contarle la verdad real. Es mi amigo, sé que va a entenderme.

-Además, era el proyecto que le hacia la competencia al que estaba asistiendo José Carlos Cortés.

-Ya. - ríe complacido - Es crimen pasional. - bromea -

-Trabajar no es ningún crimen. - digo sin inmutarme - Y ahora mismo no me siento apasionado por nada. No tengo ganas de nada.

-¿Ni de ver a Evangeline? - susurra -

Quiebro la pluma estilográfica con la que escribía, regando toda la tinta negra sobre documentos y el escritorio, manchándome los puños de la camisa.