Parte 34

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Al llegar a la estancia el caos me recibe. Hay demonios, humanos y vampiros corriendo por doquier. El olor a sangre es tan denso que me sofoca, mareándome, no recuerdo cuando fue la última vez que estuve en una masacre como la que estoy presenciando.

¿Dónde está Evangeline?

Corro entre la multitud, esquivando cuerpo tras cuerpo, ya habrá tiempo para saber qué rayos pasó. Tengo que encontrar a mi esposa. Me detengo de golpe y cierro los ojos. Busco la esencia de su poder mágico. Nada. Arrugo el entrecejo y me vuelvo a concentrar. Los latidos de su corazón. Nada. ¿No está en la estancia?

Paso a buscar a mi hermana, en cuanto le tengo me desmaterializo hasta donde está.

Los primeros ojos que encuentro son los de Colette, el cual se ve...no encuentro la palabra, pero es capaza de transmitirme todo ese pánico que emana. A su lado está Clarisse, absolutamente cubierta de sangre y, trato de ignorar lo lento que late su corazón, pero ver el estado de la cazadora Reine y mi hermana no me ayuda en lo absoluto y...

- ¡No te rindas Evangeline!

El grito de Mitsuhisa me paraliza en el lugar.

No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No. No.

Llego a la habitación para ver como Mitsu presiona el tórax de Evangeline en una reanimación cardiopulmonar que no está funcionando.

Hay tanta sangre sobre Evangeline que cada vez que Mitsu presiona más de ese preciado líquido rojo escapa.

Voy a correr pero soy detenido por Annette y Etienne.

- Déjale trabajar. – me dice él –

¡Y una mierda si me voy a quedar aquí! Escapo de las manos que me sostienen para correr en su dirección. Sé que no puedo entorpecer el trabajo de los médicos que le están atendiendo pero...Joder. Es mi esposa.

La cual está sumamente pálida, parece...

No. No lo voy a permitir.

Sostengo una de sus manos justo cuando Mitsu levanta unas paletas de desfibrilador.

- ¡Ethan! – me regaña –

- Haz tu trabajo. No pienso moverme de aquí.

- ¡¡¡FUERA!!!

La estancia retumba tanto, que el ruido ensordecedor de hace unos minutos cuando llegara se vuelve silencio sepulcral. Soy el Príncipe de los Demonios, soy más hábil que ella manejando mis elementos, soy su superior en edad. Pero aún así, siempre olvido todo lo anterior cuando estoy ante la delgada y diminuta doctora de mi familia. Es un Demonio temible cuando se molesta.

Muy en contra de mi voluntad, dejo ir la mano de mi esposa, aferrándome a nuestro vínculo.

Sus pestañas aletean suavemente y vuelvo a ella, sosteniendo su mano con todas mis fuerzas.

Sus ojos se abren y buscan los míos inmediatamente y jadeo ante lo apagados y cansados que se ven.

- Evange...

- ¡¡¡FUERA ETHAN!!! – me grita Mitsu más molesta aún –

- ¡NO VOY A DEJARLA! – mucho menos ahora que está consciente –

- ¡ETIENNE!

Sin tener tiempo a siquiera pestañear, mis pulmones se quedan sin aire. Miro hacia Etienne, sus ropas que siempre son impecables están hechas girones, chamuscadas y manchadas de sangre. Sus ojos rojos me devoran. Trato de resistir, pero él me presiona, asfixiándome. Me desplomo en el suelo. Lo último que veo son sus pies acercándose a mí. Pierdo el conocimiento. 


Despierto con un dolor muscular terrible. Intento respirar y todas mis terminaciones nerviosas arden. Apoyo mis manos en los muslos y tomo una bocanada de aire a la vez, llenando mis pulmones, que se sienten tan arrugados como uvas pasas.

A mi lado, Colette está despatarrado, absolutamente fuera de combate.

Frente a mí, a unos metros de mi posición está cómodamente sentado Etienne, al verme acomoda sus cabellos despeinados con una mano, se levanta y camina en mi dirección. Me enfurruño.

- No me obligues a ponerte a dormir otra vez.

- Si vuelves a...

- Si te pones difícil te doblegaré otra vez. – me interrumpe – No tienes la fuerza para enfrentarte a mí, lo sabes. – me mira directamente a los ojos – Por favor Ethan, coopera. Deja a Mitsuhisa trabajar.

- Es mi esposa la que está allá...

- Lo sé. – vuelve a interrumpirme – Lo sé. Pero no es solo ella. – vuelve a peinar sus cabellos, está sumamente nervioso – Allá fuera es un caos. Murieron demonios, vampiros, cazadores, cientos de humanos; hay montones de heridos. – mira a mi mejor amigo – Tuve que ponerle a dormir también porque su hermana entró en paro cardiaco y él se puso sumamente difícil. – le veo sostener el puente de su nariz – Las familiares de Evangeline están heridas gravemente, Ellienne recibió un disparo. – le miro aterrado – Va a estar bien, no te preocupes. Mi hermana... – su mirada se descoloca unos segundos – Mi hermana tuvo que quitarle la vida a alguien por primera vez en su vida, ella, ella está fuera de sí; mi hermanita...

- ¿Qué fue lo que pasó?

- Bernan, Edgar... – me mira, buscando mi reacción – Crearon una alianza para...

- ¿Qué? – me levanto de un golpe – ¿Cómo supieron qué y dónde las chicas...?

- Cristophe. – oigo la voz de mi mejor amigo a mis espaldas, me volteo a mirar, Colette está despertando – Clarisse le contó sobre el picnic, él hizo que esa información llegara a Edgar. – ríe estúpidamente – Pensó que mi hermana estaría a salvo. Estúpido e inútil chupa...

- ¿Está vivo? – pregunto, casi siseando –

- Mi hermana necesita divorciarse primero.

Mis dientes rechinan de lo duro que les estoy apretando, mis colmillos crecidos pinchan dentro de mi boca. Voy a matar a ese vampiro, con o sin el permiso de Colette.

Mi mejor amigo arroja algo en mi dirección. Lo atrapo en el aire, al abrir la palma de mi mano hay un colmillo ensangrentado en esta.

- Uno por ti y otro por mí. – me muestra un gemelo idéntico en la palma de su mano – El hecho de que esté vivo no significa que esté entero.

Un ligero movimiento tras nosotros nos pone en alerta.

Mitsuhisa luce tan devastada que mis piernas flaquean, Colette me sostiene.

- Voy a necesitar de vuestra ayuda, necesito sangre. Hay muchos humanos heridos que no van a sobrevivir a base de transfusiones comunes. Comenzando por Evangeline y Rebecca.

Doy un paso al frente.

- Toda la que necesites. – alega Colette – 

***

¡Holliwis!

Capítulo corto, lo lamento, pero es lo que hay de momento.

Sigo escribiendo para poder traerles más cuanto antes.

¿Cómo creen que se encuentra Evangeline?

¿Qué hará Ethan para vengarla?

Luz [COMPLETA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora