Parte 41

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Han pasado horas desde que Evangeline pasó de todo lo que siento por ella, de lo que hemos vivido, para escoger al menor de los Cortés.

Y por cada segundo que pasa me siento más y más miserable.

Cierro los ojos en cuanto escucho los pasos de Colette seguido de Mitsuhisa y mi hermana. Estupendo. Colette con caballería. Lo que me faltaba.

-Dime que no es cierto. -grita Ellienne - Dime qué no le echaste fuera. - demanda mi hermana -

-No le eché fuera. - digo mirándole - Ella lo escogió por si sola.

-Pero... ¿Qué es lo que pasa contigo?

-Le di a escoger y, obviamente el otro fue más importante.

-¿Y no has ido tras ella?

Le miro impasible. Acomodándome en la butaca.

-Evangeline no está en condiciones de salir sola. - se ataca Mitsuhisa - Menos cuando...

Un fuerte vendaval sacude toda la habitación. Miro hacia mi hermana, la cual tiene sus cabellos hechos un caos, moviéndose en todas direcciones. Sus ojos despiden un odio profundo. Nunca la había visto tan enfadada antes.

-No pienso quedarme de brazos cruzados viendo cómo permites que lo mejor de tu vida se marche. - anuncia - Jamás pensé que te dejaras vencer por celos. Jamás. Yo voy a buscarla. - sostiene una mano de Mitsu - ¡Vamos!

Y se marchan, dejándome a solas con mi mejor amigo. El cual solo permanece de pie, recostado a la pared junto a la puerta de salida. Mirándome en silencio.

-¿Qué?

-¿Realmente solo te vas a quedar ahí sentado? - pregunta -

-¿Qué quieres que haga? ¿Que le persiga y le ruegue volver?

-En primer lugar, nunca debiste dejarle ir. Llevas casi una semana manteniéndole encerrada en estas cuatro paredes y ahora, por un ataque de celos injustificado simplemente le dejas marcharse, a solas, en medio del caos que estamos viviendo.

Sus palabras ponen un poco de cordura en mí, pero no lo suficiente.

-No es un ataque de celos injustificado. - digo entre dientes -Fue tras...

-Su amigo. - me corta - El cual debe estar en una pésima situación cuando ella decidió actuar de esta manera.

-¿Amigo? No me jodas Colette, sabes que no es de esa manera, conoces mejor que nadie todo lo que Jose Carlos Cortés siente por ella, lo que ha hecho. - los recuerdos de él pidiéndole matrimonio en mi fiesta de compromiso solo me enfurecen más - Y no es que ella rechace ese sentimiento del todo.

-Vale. Sí. - acepta - Supongamos que ella lo aprecia, que le ama. ¿Qué tiene? No te veo particularmente molesto porque ame a Rebecca o porque me aprecie a mí.

Joder no es lo mismo. Y sí que me puse celoso y sentí algo de envidia por la afinidad que ella tenía con mi mejor amigo al inicio de nuestro compromiso. Pero ésto...

-Y no eres quién para señalar ese tipo de comportamiento. - le miro no entendiendo - ¿O ya olvidaste tu crush con Ellienne?

Abro los ojos como platos. Pero... ¿Qué está diciendo?

-Ciento cincuenta y dos años Ethan, estuviste enamorado de ella durante ciento cincuenta y dos años. - me recuerda - Te tomó todo ese tiempo aceptar que era tu nueva hermana, que eran familia.

-Estaba confundido.

-¿Por qué no puede confundirse Evangeline? - parpadeo - Ella te ama más de lo que nadie te ha amado, incluso más de lo que Annette te amó. Y ante tu primer ataque de inseguridad le acusas, gritas y apartas; en vez de detenerte a escuchar, a apoyar. Evangeline está allá afuera, quién sabe en qué parte de Londres por su cuenta. No se detuvo a hablar con nadie, y cuando tratamos de seguirle dejó a todos tirados por el suelo. - veo como su cuerpo se estremece ante el recuerdo - ¿No te da miedo eso? Porque a mí las posibilidades de que Edgar le encuentre me aterran...

Luz [COMPLETA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora