Parte 20

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Elevo mis ojos en busca de los suyos. Lo que encuentro me sorprende, son de un rojo diferente, un tono de un rojo claro, pero tan brillante como jamás le he visto.

Me gusta este tono de rojo, mucho, tanto que se me hace un nudo en la garganta ante el torrente de emociones corriendo por todo mi cuerpo.

- Tócame. – insiste –

¿Qué le toque?

¿Dónde debería hacerlo?

¿Qué ocurre si tiene algún lugar específico donde no desea ser tocado y es el primero que toco?

¿Qué ocurre si no le gusta?

- Me va a parecer perfecto cualquier cosa que desees hacer conmigo. – susurra mientras me dedica una mirada de devoción absoluta – Si a ti te gusta, para mí va a ser perfecto. Tócame Evangeline.

Me ruega.

Ethan se encuentra sentado sobre sus rodillas, vistiendo unos jeans y el torso desnudo vendado, mostrando su pecho perfecto y hombros anchos.

Me acerco lentamente a él y deslizo mis dedos desde su vientre hasta donde comienza su garganta. Ante el contacto de mis manos percibo como todos los pelitos de su piel se paran de punta y cierra los ojos mientras inclina la cabeza hacia la izquierda por donde está ascendiendo una de mis manos, buscando el contacto de esta.

No me detengo hasta llegar a la nuca e introducir los dedos en los cabellos que han comenzado a crecer, acercándole a mí.

Me gusta la manera en que sus ojos están cerrados y su rostro en total calma. Confiado. Confiando plenamente en mí. Miro sus labios entreabiertos por los cuales escapa su fresco aliento mentolado. Muerdo mi labio inferior y trago al verle tan hermoso e inocente.

Un jadeo suave se le escapa y percibo como la temperatura de su cuerpo empieza a elevarse mientras los músculos de su garganta se tensan y su pulso palpita.

Me inclino hacia sus labios y les beso todo lo firme que mis nervios a flor de piel me lo permiten. Él recibe el beso y lo devuelve aún más intenso y salvaje mientras se tumba sobre mí, fundiendo su cuerpo al mío mientras rodeo su cuello con ambas manos.

Desliza sus largos dedos bajo la tela de la camisa que estoy vistiendo colocándola sobre la piel de mi vientre para ascender lentamente sin parar de besarme.

Escapa de mis labios para lamer mi cuello y morderlo suavemente. Finalmente sus manos llegan a mis pechos rodeándolos con sus manos. Me arde la piel. Estoy sofocada. Sumamente avergonzada. Tengo miedo. Pero...no quiero que se detenga.

Una de sus manos vuelve a la superficie para abrir dos botones de la camisa. Solo dos botones, pero más que suficientes para dejar al descubierto mis pechos. Aprieto los ojos cuando sus labios se apoderan suavemente de uno de mis pezones mientras desliza una mano al otro pecho, y con el pulgar rodea muy despacio el otro pezón y tira de él. Gimo y siento ese delicioso calor entre mis piernas.

- Oh, por favor. – suplico aferrándome con fuerza al edredón que hay bajo de mí –

Lleva sus labios hacia mi otro pezón y continúa con su lenta y sensual invasión. Sus hábiles dedos y sus labios están creando estragos en todo mi cuerpo hasta el punto de que todo se siente tan bien que duele.

- Oh... por favor, Ethan. – casi lloriqueo, pero él no se detiene –

Dejo caer la cabeza hacia atrás, con la boca abierta, y gimo mientras mis piernas comienzan a adormecerse. ¿Va a volver a ocurrirme lo del parque?

Aprieta un pezón con los dientes mientras con el pulgar y el índice tira fuerte del otro provocando que mi cuerpo estalle en mil pedazos. Me besa profundamente, metiéndome la lengua en la boca para absorber mis gritos, para ir disminuyendo la intensidad del beso hasta que se vuelve pequeños y cortos besitos.

Luz [COMPLETA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora