Jaehyun no volvió a hablarme en lo que duró nuestro encuentro, solo siguió tomando la sangre espesa de su copa, con una tranquilidad irrompible y dándome unas tremendas ganas de golpearle en la cara porque ni siquiera se atrevió a mirarme de nuevo.
Y con un movimiento de mano llamó a las mujeres que me bañaron antes, les hizo una seña y ellas se acercaron a mí, me levantaron y me llevaron fuera del comedor, todo mientras yo seguía llorando en silencio.
No le volví a dirigir la mirada y él se quedó todavía tomando de su copa, en ese gran comedor que se veía con más asientos de los que él podría necesitar.
Me llevaron al dormitorio otra vez y se metieron conmigo, apenas pude ver bien el camino por las lágrimas que bañaban mis ojos.
—Le recomiendo que se acueste, y descanse. Tiene prohibido salir de éste cuarto sola por lo que habrá un guardia afuera, le pide cualquier cosa.
—N-no me pueden dejar encerrada aquí... —Mis manos volvieron a temblar.
No quería estar en este cuarto.
—El amo Jung está siendo bueno con usted, le dio su propia habitación. Agradezca su amabilidad.
Y se fueron.
No me jodan, yo no quería ni debía agradecer nada, es más, estaba en todo mi derecho de darle un gran puñetazo, aunque no saliera viva de eso. Ese loco... ese loco monstruo me secuestró y me tenía retenida aquí.
Miré la cama, perfectamente tendida, sin ninguna arruga y dos almohadas colocadas simétricamente, invitando a cualquiera a acostarse.
Me senté en el piso.
No quería tocar nada de este lugar, me daba repelús, mi imaginación me dejaba ver toda la sangre que seguramente derramó, todo de un color carmesí quitando la finura de las paredes bien cuidadas, manchas que formaban figuras de víctimas y vidas perdidas. Sabía que era todo de mi cabeza, pero tenía su parte verdadera y lo sabía muy bien.
Pegué mis rodillas a mi pecho y acomodé mi cabeza en el espacio de en medio cubriéndome con mis brazos, sintiendo mi espalda doler un poco, estiré mi cuello a los costados antes de volver a ponerme cómoda, dentro de lo que cabía. Tenía que estar alerta, podría pasar cualquier cosa mientras dormía, podían hacerme cualquier cosa si me descuidaba, no debía bajar la guardia.
Levanté mi cabeza y me quedé mirando la puerta fijamente, sentía que había alguien del otro lado, probablemente el guardia, vigilando que no me escape.
¿Ese guardia habría de estar afuera toda la noche igual? Le deben pagar bastante bien para no dejar salir a una víctima, y mejor aún para no soltar la lengua.
Y así estuve toda la noche.
Cambiando de posición cada cierto tiempo porque mis músculos se agarrotaban y me dolían más, sin poder cerrar mis ojos por más de cinco segundos, aunque me ardieran y estuvieran tan hinchados por las lágrimas, atenta a cualquier movimiento fuera del cuarto, estaba alerta a si incluso una mosca se atreviera a pasar por debajo de.
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FAVORITE | Jung Jaehyun
Fanfiction"Uno de mis deseos más grandes fuiste tú, y ahora que te tengo, no pienso dejarte ir." Fue interesante la manera en la que nos conocimos, no voy a negarlo, ¿quién se lo imaginaría?. Único y especial, como todo lo que tenía que ver con él. Y el tie...