Con el paso de los días Jaehyun empezó a llevarme a más lugares de la casa, me dio un poco más de la libertad de la que él hablaba.
La casa era gigante, muchos cuartos, pasillos y escaleras.
Pero Jaehyun la conocía como la palma de su mano, parecía automática la forma en la que se guíaba para llegar a algún lado y de seguro podía caminar hasta con los ojos cerrados sin chocarse con nada.
Me mantuve obediente para no levantar sospechas, mi comportamiento fue igual de sumiso que siempre. Pero secretamente miraba cada detalle para recordar los pasillos. A veces eran las mujeres las que me llevaban donde Jaehyun, y como no me miraban mas que para darme un par de indicaciones, aprovechaba para ver las posibles salidas.
Y repitiéndolo cada vez, hice un mapa mental. Los agujeros se fueron llenando con cada día pasado y la ayuda que me daba el vampiro al mostrarme su casa.
Había notado que habían momentos donde Jaehyun desaparecía por varias horas, aunque no pregunté, él me dijo que tenía reuniones con sus socios.
Pude saber que eran solo los altos mandos que sabían que era un vampiro. Sin embargo, habían algunos socios que llegaban con choferes, y ellos se quedaban esperando afuera.
Por pura lógica, supuse que esos choferes no sabían qué era Jaehyun.
Bueno, rogaba que fuera así, porque si yo fuera vampiro, no querría que muchos sepan de mi existencia.
Así que empezamos el día.
Temprano una de las mujeres me llevó al comedor para desayunar con Jaehyun, siguiendo la rutina diaria. La comida siempre era variada, y eso me gustaba muy en el fondo. Rara vez se repetía algo y parecía que sus chefs tenían un amplio conocimiento de platillos extranjeros.
Los ventanales estaban abiertos y dejaban entrar el aire fresco y la luz del sol, había personas limpiando y caminando de aquí para allá. Ninguno me miraba todavía.
—Buenos días, Leia. —saludó mi secuestrador, asentí levemente.
—Buenos días.
—El desayuno que prepararon hoy está muy rico, ven. —sentí un poco de burla en su voz, claro, él no lo sabía realmente, solo lo hacía para mi supuesta comodidad.
Me senté en mi lugar habitual, junto a él, y ambos empezamos a comer al mismo tiempo. Él era tan elegante en todo lo que hacía, hasta la manera en la que agarraba los cubiertos era elegante, me preguntaba si no había sido de la realeza o algo así.
—¿Te gusta?— preguntó viéndome comer los panqueques de mora y chocolate.
—Están muy deliciosos—contesté con sinceridad.
—Bien, pediré que lo hagan más seguido. —asentí levemente, sin mirarle —. Te quería comentar, que hoy vendrán unos socios, así que como siempre, te pido que te quedes en tu habitación hasta que termine mi reunión, ¿sí?
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FAVORITE | Jung Jaehyun
Fanfiction"Uno de mis deseos más grandes fuiste tú, y ahora que te tengo, no pienso dejarte ir." Fue interesante la manera en la que nos conocimos, no voy a negarlo, ¿quién se lo imaginaría?. Único y especial, como todo lo que tenía que ver con él. Y el tie...