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Mis muñecas estaban rojas por estar frotándolas tanto y estaba nerviosa e inquieta, porque no tenía noticias de Jaehyun

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Mis muñecas estaban rojas por estar frotándolas tanto y estaba nerviosa e inquieta, porque no tenía noticias de Jaehyun.

Se había ido hace 6 horas, avisándome que conseguiría lo que yo quería, y pensé que ya volvería, pero no había rastro de él aún.

Miraba a JaYoon quejarse del dolor, estaba pálida y había vomitado dos veces, apenas tomó un sorbo de agua. Sabía que no iba a sobrevivir por mucho tiempo más, el dolor la mataría. Ni los antibióticos que teníamos era suficiente, necesitaba algo más fuerte.

Empecé a preguntarme si no habían matado a Jaehyun. ¿Era posible matarlo si ya estaba muerto?

¿Estaba muerto en primer lugar? ¿O solo era como un súper humano? No tenía latidos, pero me dijo que él no era de aquí, así que a lo mejor su raza no funcionaba interiormente como nosotros.

Me había puesto a divagar para dejar de lastimarme la piel.

Y justo cuando creí que JaYoon iba a desmayarse, Jaehyun apareció.

—¡Muñeca!— exclamó abriendo la puerta de golpe, me sobresalté y JaYoon pegó un grito de sorpresa. Me volteé a verlo.

Tenía una sonrisa de príncipe de Disney, como siempre, en un traje negro, y su cabello partido a la mitad, estilizado.

JaYoon se asustó y empezó a llorar de vuelta al verlo, intentando pegarse a la pared con las pocas fuerzas que tenía su cuerpo. Recordé que ella no lo volvió a ver desde esa noche.

Jaehyun hizo una mueca al escucharle llorar, como si estuviera hastiado o le lastimara los oídos los gimoteos de la chica.

—Yoon, tranquila, ¿si?— intenté calmarla —No te hará nada, lo prometo. —le dije segura, ella asintió a mi, evitando verlo.

—Ven a recibirme como se debe— habló el vampiro, fruncí el ceño levantándome, ya que estaba de rodillas en el piso cuidando a la huésped.

—¿Cómo se supone que es eso?— pregunté.

—Deberías saberlo tú, preciosa. Después de todo, traje lo que querías— de su bolsillo sacó una botella pequeña negra, con una etiqueta y una palabra en un idioma que no podía entender escrito ahí. Me acerqué más y él levantó su mano con la botella, alejándola de mí —¿Y bien?— enarcó las cejas.

Fruncí mis labios, renuente a querer acercarme mucho más, pero casi podía sentir el dolor de JaYoon atrás mío, así que abrí mis brazos y rodeé su pecho, apretándolo en un abrazo medio incómodo. No escuché sus latidos, como siempre, era un vacío que habitaba en su pecho.

—..., no esperaba esto— murmuró Jaehyun —pero lo tomaré de todas maneras.

Cuando sus brazos me rodearon sentí el frío que desprendía convertirse en calor, y los latidos de mi corazón pasaron a ser suyos por unos segundos.

FAVORITE | Jung Jaehyun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora