"Uno de mis deseos más grandes fuiste tú, y ahora que te tengo, no pienso dejarte ir."
Fue interesante la manera en la que nos conocimos, no voy a negarlo, ¿quién se lo imaginaría?. Único y especial, como todo lo que tenía que ver con él.
Y el tie...
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"Tiene espinas, la corona se hace pedazos"
Me mantuve un mes encerrada, aprendiendo a controlar mi desenfrenada hambre, y mis instintos salvajes. Sara y Camille sufrían cada vez que venían a dejarme la sangre.
Uno de mis nuevos objetivos era molestarlas, me divertía verlas temblar e intentar irse rápido.
Nunca dejé que me vieran, más que Jaehyun. Me mantuve en las sombras porque me dije que nadie más me iba a ver si yo no me veía primero (exceptuando a Jae, claro).
Desde que Jaehyun me mordió no miré mi reflejo, estaba un poco nerviosa de apreciar los cambios permanentes en mi físico.
Supe que fue un momento tenso para todos, podía sentir el miedo en el aire cuando Jaehyun se acercó a la habitación donde estaba encerrada.
Minutos antes me había dado un espejo para que finalmente pueda verme.
Había pasado por tres etapas físicas en mi vida. La primera era la Leia humana, con mejillas regordetas, cabello a veces despeinado, labios pintados con gloss, y una sonrisa.
La segunda era la Leia capturada, baja en peso, ojos con ojeras y moretones en todo el cuerpo, sus ojos tristes.
La tercera Leia era la que se mostraba ante mi. Mis facciones se habían vuelto afiladas, rasgos definidos, la piel pálida que nunca podría haber tenido, y unos ojos rojos con matices naranjas, que brillaban sobrenaturalmente.
Esta era mi última etapa, el último cambio.
Había recuperado el peso perdido, los moretones, cicatrices y ojeras habían desaparecido. Mi cabello volvía a estar brillante y suave, había perdido mechones y mechones gracias al estrés y la tristeza, pero ahora se veía casi irreal.
Como si empezara de nuevo.
Todos los murmullos pararon cuando Jaehyun abrió la puerta, quedándose a un lado de esta.
Y yo salí de la oscuridad que me vio nacer de nuevo.
El primer y mayor cambio que noté al estar fuera de ese cuarto y en frente de todo el personal, fue sus miradas. Antes me veían con pena, como si quisieran rescatarme o solo les ponía tristes mi situación. Ahora era miedo, sí estaban sorprendidos, pero cuando yo les miraba, ellos volteaban a otro lado.
-Quiero darles a conocer ciertos cambios- Jaehyun habló en voz alta, rodeando mi brazo con su cintura y acercándome a él. -Leia es, oficialmente, mi pareja.
Mi corazón ya no latía, pero se que si lo hiciera, estaría desbocado.
-Ya no traeré más muñecas, respondiendo a una pregunta recurrente entre ustedes. Eso se acabó- volteó a mirarme un par de segundos, con adoración, provocando que yo retenga un suspiro-Tratarán a Leia con respeto, y seguirán sus órdenes. Ella tiene permitido salir cuando quiera, tiene permitido hacer los cambios que desee en esta casa...
