"Uno de mis deseos más grandes fuiste tú, y ahora que te tengo, no pienso dejarte ir."
Fue interesante la manera en la que nos conocimos, no voy a negarlo, ¿quién se lo imaginaría?. Único y especial, como todo lo que tenía que ver con él.
Y el tie...
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"No me arrepiento de nada, cariño."
Después de una pesadilla tan larga y desesperante, me encontraba en un sueño bonito del que no quería despertar. Jaehyun se había encargado de armar una fantasía, moviendo diferentes hilos a su antojo y manipulando las situaciones.
No podía esperar más del hombre que parecía haber sido esculpido por los dioses, era una victoria para ambos el estar juntos.
Y él se encargaba de demostrarlo cada día, con distintos regalos y gestos.
Como un jueves en la tarde, él se había perdido todo el día, pero no me preocupé, sabía que estaba ocupado.
Hasta que dieron las 6 de la tarde, y sentí la presencia de Camille acercarse al dormitorio donde estaba, tocó la puerta y luego de mi permiso, ella entró.
—Mi señora— saludó haciendo una venia.
Diablos, me hacía sentir vieja.
—Dime.
Su cuerpo seguía temblando ligeramente, a pesar de que les dije que no les haría nada, su miedo no se iba.
Pero ahí yo ya no podía hacer mucho, no podía interferir en lo que sintieran hacia mi persona.
—Le traigo esto— y la otra persona que estaba esperando afuera entró, un chico joven y con traje, llevaba una bandeja en su mano izquierda, con la cual se acercó quedándose un poco lejos, y quitó la tapa de la bandeja.
Me levanté con curiosidad, caminando el espacio que me separaba de ellos.
Sobre el metal, yacía una carta sellada con la marca de Jung Jaehyun, lo reconocía.
—Queda formalmente invitada al baile de la casa Jung— levanté la invitación, acariciando los bordes —En la carta encontrará los detalles, tenga un buen día— y luego de hacer otra venia, ambos se fueron casi corriendo.
Aguanté la risa que quería salir de mi boca, y ya estando sola, abrí la carta.
Una letra prolija, con espacios casi medidos, y escrito con tinta y pluma, me saludaba con cortesía.
"Buenas tardes, señorita Kang.
¿Se dio cuenta de lo mucho que brilla en la oscuridad que se formó en esta mansión? Estoy plenamente agradecido por su presencia, iluminó lo poco que quedaba de mi corazón y me hizo saber que podía ser querido de nuevo.
Es por eso, que queda muy cordialmente invitada al baile en la casa Jung, preparado especialmente para usted, en honor a su existencia.
Será el mismo día que reciba la carta, a las 8 de la noche en el salón de bailes. Le estaré esperando.
J. Jaehyun."
A veces me preguntaba si realmente fue necesario sacrificar hasta mi vida para poder tener el amor de Jaehyun.
