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Cometí tres errores que me llevaron al desenlace de esta parte. Tres acciones incorrectas que provocaron un desastre.

Aquellos hombres eran sus socios, sin embargo no vinieron a hablar de negocios únicamente, también a embriagarse como parecían hacer cada semana.

Me daba nauseas escucharlos hablar de mí, como si fuera un juguete sexual nuevo, listo para ser usado. Jaehyun solo los escuchaba en silencio y de vez en cuando soltaba algún comentario seco. Sentía que me había traído para que me falten el respeto y se burlen de mí, estaba ofendida y enojada, pero después de todo era un juguete. Su juguete.

En algún punto entre sus burlas tuve miedo de que tal vez el vampiro me vendiera a uno de ellos, o ellos ofertarían para darme una "probada".

Sin embargo eso no pasó, para mi alivio. Suficiente tenía con estar con Jaehyun, no quería saber más de esos hombres depravados.

Todos ellos sabían de las muñecas de Jaehyun, y sabían que él las mataba cuando se aburría, pero no les importaba, parecían divertirse con el tema.

Pensé que por saber que Jaehyun es un vampiro, sus socios le tendrían respeto y miedo, como los que cuidaban la casa, pero lo trataban dejadamente, bromeando y riendo, como un compañero más de trabajo.

Claro, excepto Jaehyun, él solo tomaba sorbos de su bebida, escuchándolos hablar.

Una chica vino con más botellas de trago en una bandeja, dejándolo silenciosamente en la mesa y volviendo a irse. El que estaba cómodamente en el sillón le silbó mientras ella salía.

—Eh, Jaehyun, ¿tu muñeca puede tomar?— hubo un silencio de unos segundos que se sintió tenso.

—Sírvele. —no solo yo me sorprendí, parece que todos ellos igual cuando Jaehyun aceptó tras pensarlo, y me dieron un vaso con vodka. Volví a mirar a Jaehyun, sin saber qué hacer. —Adelante— me dijo mirándome igual.

Lo olí un poco, arrugando la nariz cuando el fuerte olor llegó. Él sonrió un poco, divertido.

Tomé un corto sorbo, sintiendo mi lengua y garganta quemar. Negué cerrando los ojos con fuerza, esperando a que el fuerte sabor desaparezca pero seguía persistente.

Sabía tomar, claro, pero siempre el primer sorbo era el más duro, y este trago parecía uno especialmente fuerte.

—Adorable.— escuché un murmuro de alguno de los socios, no supe distinguir de quién por estar concentrada en mi garganta ardiendo.

Rápidamente volvieron a lo suyo, hablando de cosas triviales.

Miré el contenido de mi vaso, balanceándolo de un lado a otro, viendo los hielos bailar en el líquido embriagante, desapareciendo poco a poco.

Estaba muy aburrida e incómoda, me sentía tan fuera de lugar, como una oveja conviviendo con leones.

Pasó bastante rato en lo que ellos tomaban y yo los miraba de reojo, intentando volverme invisible para que dejen de hablar de mí.

Estaba por dormirme en mi lugar cuando la puerta se abrió y entró una mujer hermosa de cabello castaño larguísimo y con un vestido negro ajustado.

—¿Ya es media noche? —preguntó el de bigote, emocionado viendo a la mujer. Ella asintió, sonriendo coquetamente y yendo a sentarse en sus piernas. —Llegó nuestra comida —dijo agarrándola de la cintura, los demás rieron, excepto el vampiro a mi lado.

Me asusté por lo que dijo, tensándome. Y viéndolos bien, todos parecían más ebrios.

—¿Querrás una, Jaehyun?— le miré rápidamente, asustada.

¿Él también conseguía esas mujeres al venir?

—No, estoy bien con mi muñeca.

—Parece más un cachorro asustado que una muñeca — se burló uno y las risas aparecieron de nuevo, apreté mis labios con enojo.

Cuando el de bigote empezó a besar el cuello de la mujer supe en qué situación estábamos entrando. Era una trabajadora sexual.

Las cosas se volvieron más incómodas cuando se les subió el alcohol a los socios, el de bigote empezó a tocarle debajo del vestido a su acompañante, y Jaehyun se alejó un poco de mi para hablar de negocios con uno de ellos, dejándome vulnerable. Me sentía muy incómoda y desprotegida, no entendía por qué Jaehyun me había traído si apenas me prestaba atención, ahora sí estaba como un mueble esperando a empolvarse.

Miré el vaso entre mis dedos, y suspiré, hace rato se habían derretido los hielos.

Jaehyun me había dado permiso de tomar, no veía ningún problema si lo seguía haciendo, ¿no?

Tomé todo el alcohol de un sorbo, pasando desapercibida por todos. Casi me quejo en voz alta por el fuerte sabor, pero me aguanté y mantuve quieta hasta que pasó.

Sentí un poco de mareos, pero estaba más relajada, aunque sea mínimamente. Así que me serví otro vaso de la botella más cercana a mí.

Jaehyun me miró cuando lo hice, pero lo ignoré tomando otro sorbo.

—No tomes mucho, muñeca. —dijo en mi oído. Asentí de mala gana.

¿Ahora sí existo para él? Quería reclamarle el por qué me había traído si iba a estar así, pasando de mi existencia. Él nunca me hizo eso en su casa, casi siempre tenía su atención puesta en mí cuando estábamos juntos, pero ahora se sentía como un desconocido. Y lo era, pero seguía siendo molesto.

Para esto prefería seguir encerrada.

—Estoy bien— susurré seca. Él volvió con su conversación y yo seguí tomando cortos tragos, a veces tomando más largos.

Otros 20 minutos.

—Quiero ir al baño. —le dije a Jaehyun, que me miró inmediatamente.

—Te llevaré-...

—Jaehyun, aquí tengo los correos que me enviaron, velos para saber cómo solucionar esto. —el vampiro nos miró a ambos y resopló. Me agarró del antebrazo y me acercó a él.

—¿Sabes lo que pasará si intentas escaparte, no?— su tono era profundo y amenazante. Asentí —Puedes ir, es afuera, te darás cuenta rápidamente. —me soltó, yo me paré bajando mi vestido un poco y caminé a la puerta, bajo la atenta mirada de Jaehyun.

Al salir de ahí otra vez la música golpeó mis oídos con fuerza.

Había un baño aquí, pero estaba con dos chicas esperando, que igual utilizaban preciosos vestidos.

—Disculpen, ¿Tardará en salir la persona? —les pregunté.

—Yo creo que sí, estaba vomitando. No me sorprendería que se haya quedado dormida adentro— me dijo una de ellas despreocupadamente. —Quería entrar a arreglarme el maquillaje. —mordí mi labio inferior, de verdad quería entrar al baño, estuve muchas horas esperando. —Puedes ir al de afuera, tiene más cubículos, en éste solo hay uno.

Miré la cortina que nos separaba de la pista de baile y los demás. Apreté mis piernas.

No creo que Jaehyun se moleste si salgo un poco más, de todos modos, es una urgencia.

A menos que quiera que me orine aquí mismo.

—Eso haré, gracias. —ella me sonrió amigable y yo salí de la zona vip, con la sensación de haber podido pedir ayuda picándome, pero lo ignoré.

No creo que nada malo pueda pasar si me voy un poco más lejos por un par de minutos.

Primer error.


N/A

aAAAAAA, empezó el segundo evento importante en la historia de Leia y Jaehyun, yay.

gracias por leer <3

FAVORITE | Jung Jaehyun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora