Capítulo 8

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Oh genial. Pensé, mientras miraba el techo de la cabaña estando sola. Realmente me siento atraída por de alguien de verdad, y es de nada más y nada menos que mi asesino. Según yo, tenía aproximadamente una semana desaparecida. Aún vestía con los mismos jeans solo que sucios y rotos, sin una bota, con un pie vendado, con la misma blusa, el cabello casi intacto, solo un poco despeinado, sin maquillaje alguno y con algunos moretones en las muñecas empezando a desvanecerse. Necesitaba una ducha urgentemente y cambiarme de ropa. A éstas altura estaba en modo supervivencia no me importaba qué ropa usar, solo quería sentirme limpia. Mi pie estaba mucho mejor, había mejorado mucho con el ungüento que Louis me ponía en las noches cuando ya nadie estaba despierto.

No extrañaba del todo a mis padres pues nunca estaba con ellos, estaba acostumbrada a andar por mi cuenta, a valerme por mis propios medios. Sin embargo, eso quería decir que no los echaba de menos. Pensaba mucho más en Sophia, Tommy y Rosalba. Tommy probablemente estaría en la ciudad con mis padres esperando alguna respuesta sobre mí y a la vez en una situación incómoda estando en el mismo salón con Sophia, el amor de su vida. O simplemente seguía con su gira musical. Peter mi mayordomo estaría aprovechando la ocasión para cortejar a Rosalba, su antiguo y eterno amor según él.

Sentía una opresión tremenda en mi pecho, como si estuvieran intentando sacarme el corazón, necesitaba desahogarme tenía muchas ganas de llorar. ¿Cómo no tenerlas? estaba secuestrada en otro país, con cuatro completos extraños que raramente conocían cada minuto de mi vida y no aguanté un segundo más, me quebré a llorar lo suficientemente doloroso como si atravesaran mi espina dorsal con una navaja.

Pronto me encontré acurrucada abrazando mis piernas sobre el mueble, llorando y pensando que mi vida era miserable por ser millonaria y mala persona, por eso Dios me había castigado con esto, merecía morir por hacerle tanto daño a varias personas solo por la ambición que tenía y con eso había crecido toda mi vida, rodeada de lujos y mirando a los demás debajo de los hombros pero extrañamente durante todo estos infernales días me había dado cuenta que yo no quería ser de esa manera, porque la gente en secreto me odiaba. Y yo en parte me odiaba por convertirme en algo que no quería.

Tenía tiempo llorando pero me hacía mucha falta, tenía años reprimiendo mis sentimientos especialmente desde aquel día que hizo a la actual Camila Parker. Desconociendo las razones por muchas personas, eran muy pocas aquellas personas que sabían mi verdad.

Me encontré sola en la sala, sollozando silenciosamente y me callé por un segundo al escuchar a alguien hablando minusiosamente en el salón de al lado que era la cocina. Me levanté y caminé hacía la puerta de la cocina encontrándome a Louis contra una de las paredes, hablando para él solo mientras le daba pequeños golpes a la pared con su puño cerrado.

"¿Qué te pasa imbécil? Ella NO es tu Camille. Deja de fantasear, ella es otra persona no puedes enamorarte de tu víctima, recuerda por qué estás en ésto. Solo necesitas averiguar quién lo hizo y vengarte." murmuró con desespero. "Pero es preciosa. Me recuerda mucho a Cam.. Tiene sus mismos labios los que yo solía besar todos los días. Camila Parker es tan indefensa detrás de todo su egocentrismo como lo era Cam, por eso siento que debo protegerla y amarla. Amarla como lo hiciste con ella y no cometer el error del pasado. La salavaré de su muerte y jamás le diré quién le hizo esto, o morirá de tristeza. No se lo merece."

-¿Louis?-le susurré,sacándole de sus palabras. Él alzó su mirada hundida en la ansiedad hacia a mí.
-Camila.-corrió hacía mí y me apegó a él, lo suficiente para no poder moverme.
-Bueno.. Yo..-tartamudeé contra su pecho.-¿Estás bien? ¿Qué pasa?-pregunté sintiendo mi corazón acelerarse.
-No pasa nada, solo déjame cuidar de ti lo más que pueda por favor.-me suplicó volviendo su mirada a la mía.
-Louis, yo no soy ella.-murmuré contra sus labios.
-Sé que no lo eres pero..
-Louis me van a matar, ¿Para qué quieres cuidarme? Es absurdo, moriré tal vez de hambre porque no he comido en dos días pero ese no es el caso, dime quién los mandó a matarme ¿Qué tanto de dinero pueden darles a ustedes? Osea es absurdo que..-

EDITADA. Stockholm Syndrome  |  Louis Tomlinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora