Capítulo 45

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—Estás consciente de que Louis  nos va a matar, ¿Verdad?—comentó Zayn, mientras  manejaba con prisa.

Dios, mi corazón palpitaba fuertemente  contra mi pecho y mis manos se resbalaban contra mi chaqueta por el sudor que  emanaba de mi piel.

—Primero lo hago yo.— comentó Liam, tenso desde  su asiento.
—¿Pueden parar de pelearse sobre quién  va a matarse  primero? Estamos  hablando  de Louis, hirviendo de cólera, camino  a buscar a mi papá. Y que también no sé si recuerdan que nosotros también l le daremos  la cara.—interfirió Jane. Vaya hermana.

Lo peor era  que  tenía  razón. Una niña  de once  años  tenía  razón  y muchas  cosas  podían  suceder. Como  por  ejemplo  que  me obligaran  a volver  con ellos (cosa  que  no creía  posible), que me mate él mismo, que mate a Louis o cualquiera de los  chicos, o lo que era peor. Que obligaran a Jane a volver con ellos y que gracias a la corrupción de las autoridades, lo dejen  libre  mientras  que los  chicos  van a la cárcel.

La lista se extendía, miles de cosas podían  suceder. Lo que aún  no me lograba  sacar  de mi  asombro era la madurez de Jane. Desde luego ella no era  la misma  niña de antes, la que  cada vez  que hablaba  con ella me  contaba  sobre  el miedo  que le daba  asomarse  bajo  su cama. Ahora ella  era madura  para  la edad que tenía, y lograba afrontar toda ésta situación de una manera en la que yo no supe  afrontar.

Llegamos  al aeropuerto y con velocidad nos  habíamos bajado  con la esperanza de conseguir el vuelo  más próximo  a Londres. La desesperación de encontrar  a Harry y Louis dentro del  aeropuerto  me había cegado y por ende, había  perdido de vista a Jane, Liam Zayn.

Todo  de alguna manera resultaba peor, en el aeropuerto había mucha movilidad, muchas personas, y cierta tensión que  no se  llevaba  bien  con el estrés  bajo el que  estaba  por  no hallar  a Kat y Niall  para  dejarles  a Jane.

Por fortuna y caminar medio aeropuerto después,  había hallado a Kat y con  fugacidad  le había explicado lo ocurrido. Ahora, con  un  problema menos, me  acerqué a los  tableros de los  vuelos  mientras  Zayn y Liam compraban  los boletos, según aquello el vuelo  más  próximo a Londres  había despegado media hora antes por lo que no conseguiría  a Louis  jamás.

¿Desde cuándo todo en mi vida  se había  descontrolado? Todo  había  cambiado  radicalmente, le temía  a mi padre y amaba  a mi asesino. 

—Nuestro  vuelo sale  en  tres  horas. —comentó Liam, quien  había aparecido  detrás  de mí con mi boleto en mano.
—Gracias.
—Es directo a Londres. El que salió hace poco hace escala en Escocia.
—¿Escocia? ¿Por  que en Escocia  si está relativamente al lado?
—No lo sé, eso mismo  me pregunto yo porq..
—¡Eso  quiere  decir que Louis y Harry llegarán después!—grité, victoriosa.
—Está  bien..  Iba a decir  que  hay  escala porque el Heathrow tiene muchos  vuelos de  llegada a la misma hora pero sí, tienes  razón. 

Las  horas  correspondientes a la espera  habían pasado y un par de horas después nos encontrábamos aterrizando  en el Aeropuerto Heathrow de Londres. ¡Oh dulce  hogar!

Por supuesto no todo  debía  ser  tan  fácil, no para nosotros. Así  que al acercarnos  a la entrada, por alguna razón estaba  repleta de los Guardias Federales de Inglaterra inspeccionando a cada  persona que se disponía a entrar a la plaza.

—Vaya.. Tenemos compañía.— susurró Zayn detrás.
—Sino nos desarmaron en Belfast, no lo harán  aquí.—dijo Liam.
—¿Qué? ¡Pasaremos por un detector de metales y hay  guardias  en la puerta! ¿¡Cómo haremos eso!?—chille, mientras caminamos hacia ellos.
—Fingirás un muy  terrible  dolor.—anunció Zayn.
—¿Un qué?—detuve  el paso. El siseo  que  hacía el aire escabuyéndose entre la ranura  que separaba mis  labios, me daba escalofríos.

Pero antes de poder armar un berrinche, mis rodillas habían cedido  al tener los  brazos de Liam  allí, cargándome al estilo  nupcial mientras  que cruelmente gritaba que  estaba mal.

—Finge desmayo y no preguntes.—susurró.

Por la orilla de mis ojos vi que habíamos  burlado a los  guardias y que habíamos  pasado sin ningún problema, de pronto, se vocifero la voz de Zayn anunciando que era su esposa embarazada.

¿QUÉ DEMONIOS?

Liam me depositó en las piernas de alguien  que claramente no eran  ninguno de ellos, por lo tanto me sentía incómoda. Liam me agitó fingiendo temer por mí mientras  Zayn acariciaba mis mejillas y cabello como quizás Louis, debía hacerlo.

—Puedes despertar.—susurró Zayn.

Abrí los ojos y los vi a ambos sobre mí, más  las otras dos persona sobre las cuales estaba acostada.

—¿Cómo  te sientes  amor y el  bebé?—dijo Zayn, sus  ojos resplandeciendo burla y regocijo.
—Solo  quiero irme  a casa.. Amor.—dije, con dificultad. Él me miró con  picardia y me levantó.
—Está bien.
—Gracias a Dios no estás embarazada  de verdad.—rió Liam, mientras caminábamos.

Lo miré a mi derecha y  miré a Zayn a mi izquierda, no evite mirar mi vientre. Sentí una repentina preocupación, nudos  en mi garganta se habían formado. Temor.

No.. ¿Verdad?

EDITADA. Stockholm Syndrome  |  Louis Tomlinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora