Capítulo 41

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—¿Qué demonios sucede aquí?—preguntó Liam, mirando a su alrededor.

Kat, Jane y yo reprimimos ganas de reír ya que la mirada de Liam estaba llena de consternación.

—Jane, él es Liam.—le dije. Liam frunció el ceño como si dudaba de algo.
—¿Jane? ¿Ella es tu hermana?.
—Ajá. Elizabeth Jane, solo que prefiere Jane porque odia Elizabeth.—le expliqué.

El rostro de Liam pasó de conmoción a uno relativamente amable, y le extendió su mano a Jane.

—No me toques con las manos sucias. No se quién eres y de dónde vienes.—dijo Jane, asqueada. Kat y yo intercambiamos miradas esperando una reacción negativa de Liam.
—Tienes razón. He tocado muchas porquerías hoy, lo siento Jane.—dijo, retirando su mano y empleando una risa corta.

Kat y yo volvimos a mirarnos. ¿Liam de verdad no había replicado? Me reí y vi cómo Liam caminó hasta la mesa del comedor, y sacó de sus vaqueros un arma reluciente plateada. Sacó sus navajas de la chaqueta una por una, terminando con cuatro de diferentes tamaños extendidas sobre la mesa reluciendo a la luz sobre ellas.

—Parker me ha llamado ésta tarde.—soltó. Mi estómago se contrajo y Jane me miró ciertamente aturdida.
—¿Qué te ha dicho?—preguntó kat por mí. Liam caminó de regreso hacia nosotras.
—Tiene organizada una rueda de prensa para mañana en la mañana, en Londres. Estarán todos y cada uno de los medios de comunicación que te puedas imaginar. Todo esto para dar la noticia de que finalmente has aparecido, obviamente muerta. Como no es idiota y sabe que causará una gran conmoción en la ciudad, por todos los trámites y procesos forenses, tu funeral sería la próxima semana. Y difícilmente aceptó el que no pueda enviar tú cuerpo por lo que ya hablamos.
—¿Y mientras tanto qué?—pregunté.
—Hará creer que tu cuerpo está allá. Dirá que la tardanza será por trámites cuando realmente yo me "tardaré"  para enviarlo. Básicamente estarás muerta para ellos y viva para nosotros.
—Seguiré en pie con la pregunta. ¿Y mientras tanto qué?
—Ah sí. Chicos, mañana en la noche nos vamos a Belfast. TODOS, sin ninguna excepción.

Volteé a mirar a Jane a mi lado con la boca ligeramente abierta y jugueteando con sus nudillos. Kat sonrió de oreja a oreja cerca de mí, y Zayn jugaba algún juego de mesa con Harry.

—¿Qué pasará conmigo?—preguntó Jane. Su piel y labios estaban más pálidos de lo normal.
—Nada. Vivirás con tu hermana y nosotros, estarás bien. Lo prometo.—dijo Liam, con un matiz de cariño en su voz.
—No te conozco. No los conozco Camila. ¿Por qué habría de confiar en ustedes?—dijo, un poco arrogante.
—Tu hermana lo hizo y está viva. Eres muy cuestionante para tener once años.¿Te lo han dicho?—dijo Liam.
—Gracias, es un halago. No muchas niñas de mi edad suelen tratar con psicópatas todos los días. ¿Te lo han dicho?—repitió jane, en su mismo tono.
—Para tu información, no somos psicópatas. Los psicópatas son personas con un trastorno mental a lo que difícilmente les cuesta relacionarse socialmente con otras personas. Estigmatización princesita.
—Eres un asesino. Las personas no tratan con ellos, es difícil que te relaciones socialmente con alguien normal.
—¡Elizabeth Jane ya basta!—espeté, enojada.
—¿Te estresa la actitud petulante de jane? Así eras tú hasta hace un par de meses.
—No me cuestiones idiota.—le respondí.
—¿Meses? ¿Cuanto tiempo llevas aquí?—preguntó Jane ahora conmocionada.
—Como cinco o seis meses, creo.—contestó Harry. Jane lo miró y me abrazó.
—Cam..-sollozó en mi cuello.—lo siento. Te amo Cam.
—No es tu culpa Jane, estaremos bien, lo prometo.—le susurré.
—Perdón por no creerte.
—Somos una familia, nadie nos va a separar. Somos más fuertes que nunca y si quieren destruir a uno de nosotros, tendrán que hacerlo con todos.—dijo Liam, con una sonrisa alentadora.
—¡Liam!—le llamé. Él se detuvo y me miró.
—Te quiero.
—También te quiero Camila.—sonrió.

Él subió a zancadas al piso de arriba y pronto un estrépito se propagó a través del recibidor, con brusquedad me giré y vi a Louis entrar con una expresión de obstinación y claramente enojado. Jane asustada se escondió detrás de mi hombro y al terminar de Louis atravesar la sala sin decir algo, Harry finalmente habló.

—Alguien tuvo un pésimo día.
—Deberías subir a ver qué tiene el causante de tu enfermedad.—comentó Zayn, indiferente desde su asiento.
—Yo no estoy enferma idiota.—contesté de mala manera.

Zayn se levantó y se detuvo detrás de mí.

—Tienes el Síndrome de Estocolmo. Es un trastorno psicológico cognitivo. Por ende, una enfermedad.

EDITADA. Stockholm Syndrome  |  Louis Tomlinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora