Me había duchado y dirigido a la habitación de Louis donde la ropa estaba tendida en la cama esperando por mí. Sonreí al verla y tranqué la puerta con pestillo antes que el bobo de Harry pudiese entrar, me sequé, saqué un conjunto de ropa interior que habíamos robado Louis y yo aquel día y me vestí. Primero los vaqueros, la blusa , la cazadora, y de último las botas, solté la toalla que cubría mi cabello para que no se mojara y cayó en mi espalda, lo sacudí un poco para que tomara forma y me admiré en el espejo del armario. ¡Guau! Parecía detective o algo parecido. Me veía realmente genial.
Extrañaba pintar mis labios de rojo pero no me veía mal sin eso, de hecho podría decir que me veía adorable con solo un poco de polvo translúcido para que la cara no me brillara, rizador de pestañas y solo un poco de brillo labial claro. Seguramente si Sophia hubiese estado conmigo, hubiese dicho que estoy demente pues desde los once años detestaba el color rosado para mis labios pero me daba igual, ya no era ni la sombra de aquella chica y ella no estaba aquí por lo que yo viviría diferente a Inglaterra.
Bajé corriendo literalmente hacía la planta baja y vi a Harry sonriendo de oreja a oreja, podía decir que mis mejillas se llenaron de un rosa leve. Le devolví la sonrisa que se volvió una carcajada porque era incómodo estar con él de algún modo, y solía reírme cuando me sentía de ese modo. Terminé de bajar las escaleras y me paré delante de él que estaba sentado en el sofá esperando por mí.
—¿Cómo me veo?—le dije divertida.
—Como si fueras uno de Los Ángeles de Charlie, Princesa No Mia—Rió—. Pero te ves estupenda, te queda mejor que a Kat,¿Nos vamos?—preguntó, adaptando una postura derecha listo para levantarse. Asentí y nos fuimos a caminar seis calles abajo.Cuando estábamos a punto de trancar la puerta, sacó del lado derecho de su pantalón un arma negra y grande, y me la entregó viendo a todos lados por si alguien nos echaba el ojo.
—¿Para?—le pregunté, tomándola sin incomodidad.
—¿Cómo que para qué? Vamos a salir, la necesitas si nos quieren matar por allí. Además si te reconocen las estilistas tenemos que amenazar con matarlas para que no digan nada, ¿No crees?—cuestionó sereno. Asentí un poco confundida y nerviosa pero la guardé cerca de mi ombligo y la tapé con la blusa.Luego de haber caminado seis calles abajo y haber escuchado los malos chistes de Harry durante el trayecto, llegamos a una casa de dos plantas pintada de un color azul grisáceo con marcos de ventanas en blanco al igual que la puerta, un jardín muy verde lleno con macetas y flores de varios tipos cerca de la entrada, deduje que allí tenía que vivir una mujer.
Era mposible que un hombre tuviera una casa así, muy muy linda y femenina. ¿Y con flores?
Miré a Harry esperando que me dijera algo y lo único que salió de su boca fue que tenía un bicho en el pelo. Harry tocó al timbre y salió una niñita de quizás seis años de un color parecido al de Roger, y un cabello rubio oscuro ondulado por su espalda, era hermosa, tenía los ojos entre verdes y amarillos y tenía un contraste impresionante. La niña sin pensarlo dos veces se aferró del cuello de Harry que estaba agachado y subió a la niña enroscada en su cuerpo.
—¡Lindsay! ¿Como has estado pequeña?—dijo Harry, dándole un beso a la pequeña en la frente. La bajó y se me quedó mirando anhelante esperando una respuesta de mi presencia—. Oye Lindsay, ella es Camila, mi novia.—dijo Harry, y le di un manotazo en el estómago que lo dejó sin aire por unos segundos
—Eres un idiota Harry.—murmuré, fulminándolo con la mirada—. Mentira Lindsay, yo no soy su novia. Soy una amiga.—le dije agachándome para estar a su nivel.Era linda de verdad. La niña sonrió y me dio un beso en la mejilla, sonreí porque era extraño que una niña que acaba de conocer fuese tan dulce y es que así deberíamos ser todos ¿No? Vaya, sí que era una horrible persona.
—Eres como Blancanieves.—susurró en un tono dulce y sereno, mientras enroscaba uno de sus dedos en el mechón de cabello que caía a un lado de mi cara. Reí y volví a pararme.
—Gracias.—le respondí sonriendo. Harry había recuperado el aire y con enojo en su mirada hacía mí, la suavizó hacía Lindsay.
—Pequeña, ¿Tu papa dónde está?—preguntó Harry dulce. Lindsay salió corriendo hacía adentro y al rato vino de la mano con Roger.¿Esa niña era hija de Roger? ¿Cómo? Él parecía de veinte o veintiún años, ¿Cómo una niña de seis sería su hija?
—Harry, amigo.—dijo Roger extendiéndole su mano—. Camila, ¿Cómo has estado?—preguntó pasivo.
—Bien, gracias.—contesté, con una sonrisa fingida.
—¿Ella es Camila papi?—preguntó Lindsay, jaloneando el pantalón de Roger.
—Sí Lindsay, ella es la chica que te conté que se parecía a la princesa.—explicó. Reí pues era gracioso que hubieran personas que me creían Princesa.«Te amo más»
Sí era Princesa pero de Louis, era la princesa con más mala y a la vez buena suerte del mundo, además era la Princesa No Suya de Harry y aunque me hacía enfadar que me dijera así, me resultaba gracioso y ya llegaría el momento en el acostumbraría a la idea de sus ideas locas y chistes malos. Me acostumbraría a convivir con él y los demás.
—Lindy, anda con mami, tiene que darte de comer.—le dijo Roger suave a la pequeña, que enseguida salió hacía adentro.
—¿Es tu hija?¿Qué no tienes veinte?—pregunté confundida. Harry y Roger se echaron a reír sonoramente.
—Sí, es mi hija y no. No tengo veinte, tengo veintiséis pero gracias por el halago de la juventud. Harry ¿Has venido a por el auto?—preguntó Roger. Harry asintió y Roger salió para abrir la puerta del garaje de al lado.Harry entró mientras yo me quedaba afuera con Roger esperando que sacara el auto. Un Ranger Rover plateado y reluciendo en su mayor esplendor contra los rayos del sol salió, mientras Harry deslumbraba por la ventana del auto con unas gafas modelo aviador mientras terminaba de sacar el auto en retroceso.
—Andando Princesa No Mía.—anunció, con una sonrisa de oreja a oreja.
Me despedí de Roger y le dije que le diera un beso a Lindsay de mi parte. Di la vuelta por detrás del auto y me monté al lado de Harry. Estaba emocionada del alguna manera, mi cabello estaría claro, una nueva Camila Parker estaba renaciendo de las cenizas como un Fénix. Resucitando de la muerte como Jesús, volviendo a la vida que me habían arrebatado.
Convirtiendo de mi pesadilla,
un sueño.
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EDITADA. Stockholm Syndrome | Louis Tomlinson|
FanfictionCamila Parker es una chica que lo tiene todo, su vida parece ser perfecta en cualquier sentido. Tiene todo lo que deseaba, desde belleza hasta fortuna. Sin embargo es un ser humano y como todos, tiene un pasado que oscureció su claridad. Solo que co...