Capítulo 21

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Estaba en lo que sería mi nuevo hogar. O casa porque se me hacía aún extraño pensar que los chicos serían mi nueva familia. Niall y Liam estaban acostados en una montaña de almohadas y cojines en el suelo mientras miraban televisión, Louis estaba sentado en una silla alta de madera mientras observaba como Zayn me enseñaba como usar un arma por primera vez en mi vida.

—¿Puedes dejar de susurrarle en el cuello?—dijo Louis, mirando a Zayn con repudio.
—¿Cómo le digo qué hacer? ¿por telepatía? ¡Amigo es imposible!—Exclamó Zayn.

Zayn volvió a su posición inicial detrás de mí sujetando con mis manos la pistola mientras apuntaba al cuadro de cinco rosas rojas en la pared que daba a la puerta saliente al patio trasero.

—A ver deja de temblar, aquí recargas, pones el dedo aquí y apuntas a lo que quieras hacer desaparecer. Aprietas con fuerza el gatillo y listo. Tienes que sostenerla con fuerza cuando disparas porque puede salir algo mal.—Zayn dijo en mi oído, mientras hacía todo aquello.
—Increíble..—murmuró Louis, con aburrimiento—. ¿Terminaron? Necesito hablar con MI chica.—dijo obstinado.

Zayn me quitó la pistola de la mano con suavidad y giró hacía Louis con fatiga, luego volteó hacía mi con pura diversión en los ojos mientras Louis estallaba lentamente en la silla.

—Si quieres hacerlo rápido es así.

Zayn en menos de lo que me tardé para parpadear sacó la pistola de sus vaqueros, lo recargó y casi sin darme cuenta por su agilidad estaba apuntando a Louis en la sien frente a mí, privandolo de ejercer algún movimiento con los brazos.

—¡Demonios suéltalo!—le grité conmocionada y furiosa a la vez. Louis seguía quieto mientras Zayn seguía apuntándolo sin decir nada—. ¡ZAYN MALIK!
—Nena..—Louis habló—. Cuando te ataquen así y estés de espalda a tu agresor, con bastante fuerza le das un codazo justo en el estómago, en el pecho no porque lo matas, aunque pudieses hacerlo. Con la misma mano quitas el arma de tu cabeza con rápidez quitándole los dedos del arma por si está recargada, le doblas el brazo hacía adelante, tomas el arma y tienes el control. ¿De acuerdo?

Louis había hecho todo lo anterior con Zayn que ésta vez estaba tirado en el suelo viendo a Louis con el ceño fruncido mientras acariciaba aquellos lugares lastimados ligeramente.

—Oh claro, siempre y cuando ustedes dejen de intentar matarse el uno al otro.—murmuré, tomando la pistola nuevamente. Revolvi mi cabello y tiré el arma en una silla.

Me escabullí a la cocina y me serví un vaso con agua que caía realmente bien después del repentino agite de emociones por culpa de Louis y Zayn. Cuando casi acababa y disponía a tomar una galleta del frasco transparente coqueteandome con descaro para comerla, escuché un golpe fuerte y seco. Un disparo.

Salí corriendo con el corazón teniendo complejo de caballo en mi pecho y conseguí a todos los chicos parados en medio del recibidor  mientras me veían con la misma expresión de repudio, horror y fatiga al mismo tiempo.

—¿Qué les sucede?  ¡¿qué fue eso?!—pregunté alterada y repentinamente intimidada.
—Fuiste tú.—Harry contestó con fatiga, pasando sus dedos por su cabello suspirando ruidosamente.
—¿Yo qué? ¿Estás loco o el cabello te creció hasta las neuronas?—repliqué indignada.
—Dejaste una pistola recargada, lo tiraste y se activó. Dime, ¿Qué persona hace eso?—Louis dijo realmente obstinado.
—Pero yo..
—Tú nada Camila. ¡No lo vuelvas a hacer! ¿Estás loca? Alguien pudo salir herido.—chilló Liam con tanta rápidez que no lo entendí muy bien.
—Oh por Dios.. eres tan..—susurró Harry, viendo el suelo.
—¿Soy tan qué?—le reprendí colocando mis manos en las caderas.
—Será un largo trabajo hacer que seas una chica mala. Eso es todo ¡Y deja de mirarme con esos ojos!
—Son los únicos que tengo niño bonito.
—Es que pones esa mirada y tus ojos tan azules y escrutadores.. ay demonios. Deja de verme.

Había caído la noche. Aún se me hacía difícil pensar en este lugar como mi casa y no porque no fuese tan grande y lujosa porque si lo era. Era grande y relativamente lujosa, pero aún seguía pensando en cómo estaban tomando mis padres todo esto después de un mes  y algunas semanas de mi desaparición. Dejé de pensar un poco en eso cuando Niall gritó un gol de un partido de fútbol que veían todos excepto por Liam, que en lo que a mi respecta era aburrido.

—¡Sí! ¡Sí!—gritó Niall eufórico, Louis chocó las manos con él e hicieron un baile ridículo al que no evité reírme.
—¿Por qué tanto alboroto?—les pregunté.
—¡Porque Zayn va a tener que intentar besarse el pene!—contestó Louis eufórico.
—¿Qué?—dije consternada.
—¡Los Boca Juniors están ganando!
—¿Ven fútbol argentino?—pregunté incrédula. Louis asintió con orgullo.
—No volveré a apostar nada con ustedes—gruñó Zayn, acogiéndose en su asiento como un niño.
—Aw, mira que lindo te ves haciendo pucheros—se burló Louis—. Aprende que los Boca son mejores que el River Plate.
—¡Claro que no porque..!
—Yo estuve allí. Es genial ese estadio. El país es genial. Las personas son increíbles.—dije, los cuatro voltearon a verme como el exorcista.
—¿Estuviste en La Bombonera?—preguntó Harry con cierto interés.
—¡¿ESTUVISTE EN LA BOMBONERA?!—exclamó Niall.
—Sí.. mí papá quería grabar un comercial allí y yo estaba en un entrenamiento de modelaje, ya. Dejen de actuar como si hubiese ido al Monte Everest.—dije en inocencia.
—¡Nena pisaste la grama de La Bombonera! ¡tienes que..—

CAMILA》, escuché a Liam vociferar desde arriba.

—Ups, Liam me llama ¡adiós!

Subí las escaleras y conseguí a Liam en el baño batiendo una espesa mezcla platinada en un recipiente.

—¿Qué quieres?—le pregunté obstinada. A veces todo él me obstinaba por su actitud de jefe y no era más que un idiota  recibiendo órdenes de alguien más.
—Te pintarás el cabello de Castaño.—dijo firme sin verme.
—Mirame.—le pedí y el alzó la mirada hacía el espejo que me reflejaba a su lado.—mi cabello es totalmente negro, eso no me va a hacer nada Liam. Necesito decolorarlo y luego pintarlo, necesito un salón de belleza.—dije racional, él dejó el recipiente y me sonrió.
—Bien, mañana irás a uno con Harry y tendrás el cabello castaño.
—¿Por qué Harry y no Louis?
—¿Por qué me replicas todo lo que te digo?—dijo en una voz graciosa y reí—. Bueno es que Louis y yo haremos algo.
—Pero..
—Ya Camila deja de ser tan insolente y hazme caso por favor.

EDITADA. Stockholm Syndrome  |  Louis Tomlinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora