Capítulo 11

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Me desperté adaptandome a la luz blanca del faro que estaba justo encima de mí, me dolía un poco la cabeza sentía mi cara como un globo, mis piernas dolían como el infierno.Me levanté y estaba en una habitación con paredes azules claras y oscuras, al lado tenía una mesita con un vaso de agua y un estuche con pastillas.

¿Qué hacia allí?

Me senté poco a poco en la cama. Mis piernas estaban débiles, mi cabeza un poco desorientada. No recordaba cómo había llegado hasta allí ni qué había pasado antes de eso.

—Por fin despiertas pequeña Blancanieves.

Volteé al otro lado donde ceniayesa voz, allí estaba Louis sentado en un sillón con los codos apoyados en sus piernas y sus puño en su barbilla en forma pensativa. Luciendo como todo un modelo de revista con facilidad.

—¿Qué hago aquí? —pregunté, sintiéndome más serena.
—Anoche.. Liam te dejó en el garaje, Zayn estaba hasta la médula de alcohol y otras cosas.. te estaba manoseando y besando, cuando llegué él te soltó y caíste al piso y tú seguías gritando que te soltara, que te dejara y que no te hiciera daño. Estabas tirada en el suelo llorando y gritando incluso cuando él ya no te tenía agarrada, estabas muy alterada hasta que.. perdiste la conciencia. Yo solo te traje aquí para que descansaras, te di una pastilla en la madrugada que intentaste volver a tener un episodio de esos.

Una ola gigantezca de pena me estaba inundando, seguramente pintando mis mejillas de rosado de pensar que me volvió a dar una crisis de esas. Una crisis que no me daba desde hacía un par de años y que intentaba a toda costa que nada la provocara.

—Camila.—dijo apenas audible—¿Por qué te pusiste así? Él no te llegó a hacer nada, quiero decir.. nada grave. Solo le dejé un ojo morado y le partí una ceja, juro que no te volverá a tocar pero, ¿Por qué luego que él no te retenía seguías gritando y llorando en el suelo? Dios, intenté agarrarte y fue imposible.—se sentó en la cama frente a mí.

Sus preguntas me invadían todo el cuerpo haciéndome viajar a seis años atrás, recordándome la peor época de toda mi vida y la razón de por qué era de la manera que era

—No puedo.—murmuré, casi para mis adentros.
—¿Qué no puedes?
—Decirte.. Contarte, no puedo.-—volví a sentir como si me apretaran el corazón y empecé a llorar al recordar eso— es difícil para mí, no puedo. Lo siento.
—Oye..—Dijo limpiando mis lágrimas—. no llores.. Está bien si no quieres pero no llores más, suficiente has llorado todo este tiempo, ¿Confías en mí?
—Quizás demasiado.—viboreé, reprochándomelo a mi misma.
—Nena, que no seamos buenos el uno para el otro no quiere decir que no estemos para confiarnos las cosas. Sí bueno, es algo desquiciado porque tomé para dedicarle el resto de mi vida a ser un criminal pero tengo un lado bueno al igual que tú y te agradezco que con todo lo que ha sucedido, te hayas abierto a mí. A un completo y total desconocido..—susurró dulce, con su mirada clavada en la mía.
—Abusaron de mí hace seis años.—dije, con la voz quebrada y la vista hacía abajo. Tenía vergüenza de mí. Asco.

Su mirada dulce desapareció por completo, sus ojos lucían unos cuantos tonos más oscuros, vacíos y distantes. Era una mirada que me dolía, me dolía porque sabía que sentía lástima y vergüenza ajena por quizás fijarse en alguien que había Sido abusada.

—¿Qué? Cómo.. —se quedó callado y dió un largo suspiro tomando mis manos con la suya, y con la otra subió mi cara para que pudiese verlo.
—Perdóname Camila, en serio discúlpame yo no..
—¿Tú no qué?—lo interrumpí—¿Por qué debería disculparte? Hace seis años ni siquiera pensabas en cruzarte conmigo alguna vez en tu vida, asi que yo no debo disculparte—le dije más serena.
—Pero yo te secuestré Camila, trabajo para una élite que planea matarte, pero a la vez siento que debo protegerte de mi mismo.
—¡Entonces protegeme!—brameé,  aturdida.
—¿Quién te ha hecho eso Camila?—me preguntó serio.
—No puedo decirlo.
—¿Por qué no puedes? ¿Nunca le dijiste a tus padres?
—Ese es el problema, nunca se preocuparon por eso y la persona que lo hizo.. Simplemente debe morir. No sabes lo que he callado, lo que he reprimido desde entonces, es horrible..  Después de casi siete años estoy hablando de esto. Contigo.
—Pues algún día lo tenías que hacer con o sin mí. Verás.. mi Camille sí, a ella la mataron pero no sabes lo que yo la cuidaba, la cuidaba mucho, sus padres eran así como los tuyos, no le creían y no la determinaban en nada. Sin embargo ella era una niña libre, rebelde por naturaleza. Pero pasó lo que pasó. Murió también mi hermanita..  Mi pequeña Isabelle.—se le quebró la voz—. Mi madre y mi padre, pero ahora lo que importa es cómo te sientes, ¿Estás bien?—me preguntó tratando de sonreír. Sin embargo el anuncio de que su familia estaba muerta me aturdida la cabeza.
—Un poco. Me duele la cabeza de llorar, me duele el cuerpo como el infierno y  mi estómago está que se me sale por la boca en busca de comer.—reí.
—Lo siento, ¿Quieres algo de comer?—cuestionó, acariciando mi mejilla.
—¿Dónde está Liam ,Zayn y Niall?
—Niall se fue esta mañana a Dublín, Liam salió a no sé qué luego que te encerró y Zayn está colocándose bolsas de hielo en la cara. Amaneció un poco feo.
—¿Por qué le has golpeado? ¿Estás loco? Es tu amigo.
—Puede ser mi hermano pero algo que no soporto ver es lo que te hizo, o a cualquier otra persona. Simplemente no lo soporto. El abuso sexual no es de menos importancia, nadie puede tocarte si tú no quieres, si tú no lo permites. Nadie puede decidir sobre tu cuerpo, y no tienes que sentirte avergonzada de ser víctima de ello. El abuso sexual no es minoritario, y espero que lo entiendas. Estoy aquí para cuidarte.

EDITADA. Stockholm Syndrome  |  Louis Tomlinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora