EDITADA. Stockholm Syndrome | Louis Tomlinson|

Capítulo 34

—Kat. Kat, ¿Me escuchas?—le pregunté, Kat volteó haciendo que la melena dorada cayera del otro lado de su cuello.
—Lo siento, trataba de escuchar aquellos dos. La chica trabajó conmigo en un asunto hace un par de años.
—¿Qué vas a hacer mañana?—le pregunté en voz baja.
—No lo sé. No sé si Liam vendrá mañana, o si haré algo más. ¿Por qué?
—Porque necesito que me acompañes a un lugar. No puedo ir sola y Harry me dirá que no, Louis mucho más.
—¿Adónde será?
—A buscar a mi hermana.
—¿Qué? ¿Tienes una hermana? ¿Qué? ¿Estas loca? No podemos ir a Inglaterra y arriesgarnos porque quieres buscar a tu hermana.
—Ella esta aquí en Berna, pero está en un internado y no recuerdo el nombre es muy raro. No recuerdo la dirección, pero necesito sacarla de allí. No puedo permitir que ellos se la lleven a Londres con ellos. No quiero que hagan lo mismo.
—Cam, eso es descabelladamente arriesgado. Además.. No podemos, Liam no ha llegado y creo que él ya le dijo a tus padres que habías muerto.
—¡Imposible!—exclamé. Sentí que todos me prestaban atención y bajé la voz—. ¡Si eso fuera cierto ya lo habríamos sabido por cualquier medio! Entonces seguramente ellos están frente a miles de personas llorando y clamando justicia porque su querida hija sigue desaparecida, mientras realmente están esperando que mi cuerpo sea trasladado y finalmente decir que me encontraron muerta. Hay que denunciarlos después que busquemos a mi hermana.
—Camila no puedes denunciarlos. Si los denuncias, Louis irá a prisión por complicidad y todos nosotros. No seas tonta. Tu padre es billonario, y el universo y sus adyacencias creen que es un buen hombre, con decir cualquier disparate se salva. El dinero lo puede todo aunque no lo creas, y no podemos arriesgarnos a que sepa que estás sana y salva.
—¡Kat es mi hermana! ¡Es una niña! Soy su hermana mayor y debo cuidarla si ellos no lo hacen. Ella corre todo el peligro que yo aún corro.—le susurré, con exasperación. Sentía una impotencia enorme en mi pecho al pensar en no poder cuidarla.
—Iremos, mañana por la mañana te prometo conseguir la dirección del internado pero Louis debe acompañarnos.—me advirtió.
—¿Qué? Me va a decir que estoy loca de remate.—Kat me miró como si de verdad no estaba segura que era cierto lo que acababa de decir.
—Mira, iremos los tres. Seguramente Liam llega ésta noche o mañana, no lo sé. Le preguntaremos qué ha pasado con tus padres, todo depende de lo que él diga ¿De acuerdo?
—Será.

La estadía junto a las escaleras de la piscina con Kat para evitar mojarnos completamente había durado poco, Louis y Niall se habían lanzado varias veces lo sucficientemente fuerte como para mojarnos. Le grité a Louis cualquier atrocidad que se me ocurría cuando subía las escaleras para lanzarme con él por el tobogán mas largo del parque. Era negro y cerrado, tenía varias ondulaciones y era el más alto del parque; mi temor aumentó cuando Louis me bajó una vez arriba frente a la entrada.

—¡Demonios Louis sacame de aquí! ¡No me voy a morir como una estúpida!—le grité histérica, él me sostuvo por los hombros obligándole a verlo.
—Cállate y escúchame, ¡Dios qué escandalosa! Nos deslizaremos juntos.—dijo tranquilo, lo miré horrorizada y miré el agujero con agua frente a mí.
—¡Le tengo pánico a ahogarme! ¡Esa cosa es cerrada y negra! ¡Debe tener como cinco metros!
—Son tres y es divertido. No te vas a ahogar, iremos juntos y le dije a Harry que estuviese abajo para atraparte.
—¡Vaya que salvación!—grité.
—Exagerada. Además, si te vas a morir te mueres conmigo. Si te mueres, moriremos juntos.

Antes de que tuviese derecho a patalear, me encontraba deslizándome a máxima velocidad por el tobogán entre las piernas de Louis. Estaba en pánico, era oscuro y angosto, Louis no dejaba de gritar en mi oído y aunque sentía miedo por ser uno de mis mayores temores, hizo que me relajara y que a mitad de camino empezara a disfrutar la atracción. Pronto ya había caído el atardecer y todo indicaba que ya era tiempo de tomar nuestro camino nuevamente a casa para no llegar tan tarde, llegamos a casa y mientras todos discutíamos por quiénes tomarían primero las duchas, Zayn y Niall estaban ebrios por haber bebido tequila durante el día.

—¡AMO MÉXICO!—gritó Niall, apoyándose de un Zayn tambaleante, ambos cayeron sobre el mueble grande y me reí.
—Nunca has ido a México, Niall. —dijo Kat cansada, caminando hacia la cocina donde estaba Harry sacando unas cosas que habíamos comprado de regreso.
—¡VIVAN LAS ENCHILADAS!—vociferó Zayn, mientras los dos se reían enfáticamente.
—¿Las qué?—pregunté.
—Enchiladas. Enchiladas. ¡Enchiladas!—gritó.
—Por amor a Dios.. Estoy segura que nunca han ido a México, y estoy un noventa por ciento segura de que por ende, nunca han comido eso gran idiota.—les dije.

«Según estudios, las personas ebrias dicen la verdad pero aquí sucede algo diferente. Ellos nunca han ido a México y nunca han comido enchiladas por lo que estoy de acuerdo contigo. Son idiotas.»

Liam.

Liam había bajado las escaleras silenciosamente. Llevaba una camiseta verde y unos pantalones de algodón que le caían en la cadera. Se veía muy varonil incluso en pijamas, me había sentido contenta en ese momento de verlo. Irónicamente después de que me asesinara en su mente, que estaba segura que lo hacía cuando se enojaba conmigo.

—¡Liam!— ¿Puedes creer que te he extrañado?
—Yo no he extrañado sus demostraciones de amor en diversos lugares de ésta casa. Pero sí.. Digamos que te eché de menos también.—dijo inexpresivo, caminando hacia nosotros.
—¡Ésta mañana se han estado pegando el lote en el mesón de la cocina!—soltó Zayn, lo miré escrutadoramente y el sonrió torcido—. Lo siento, pero es verdad.

Liam se empezó a reír mientras Louis limpiando un par de navajas en la mesa del comedor me veía de reojo amonestadoramente por haberlo dejado solo con su pene erecto. Oh vaya, qué gracioso sonaba eso.

—Mientras no se les ocurra tener un niño, y se cuiden, todo está bien.—dijo echándose en el otro mueble individual.

¿Un niño? ¿Existe la posibilidad de tener un bebé en éstas circunstancias? Jamás podría tener un niño con todo este problema y solo tenía diecinueve años, en mis planes actuales no estaba un niño. Además, sabía que Louis se cuidaba y que yo también lo hacía desde hacia un par de años por inutilidad, porque Louis había sido el primero realmente. Omiti eso y vi a Liam con la vista al suelo apoyando sus codos en sus muslos, respiró profundamente y me miró fijamente.

¿Ahora qué?

—Supongo que tienes y tienen preguntas que hacerme.—dijo.
—Particularmente tengo un montón, estaba ansiosa de que llegaras.—le contesté, Liam se levantó y caminó hasta la entrada de la cocina.
—Debo comentarles algo a todos.—dijo hacia aquel lado para que Kat y Harry se acercaran.
—¿Qué sera?—Louis preguntó, llegando detrás de mí.
—Me temo que habrá cambio de planes.
—¿Qué tantos cambios?
—Algunos radicales y fuera de nuestro itinerario.