Capítulo 47

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—¿Lista?—me preguntó Zayn.

¿Quién en su sano juicio podría estar listo para lo que estaba a punto de suceder? Sin embargo, yo sí lo estaba.

Entramos, mi casa estaba totalmente igual y vacía sin ellos, como cosa rara. Mis piernas se desplomaron y caí al piso como caería una hoja del un árbol en otoño, no podía decir nada a salvo que yo no había pedido por esto. Yo no había pedido nacer para ser abusada por alguien que era sangre de mi sangre, he allí mi problema en confiar hasta en el aire. No había pedido ser raptada para luego ser asesinada por órdenes de mi propio padre, ni pedí enamorarme en esta disparatada y absurda situación. Sin embargo, lo único bueno que tenía de todo esto eran ellos, e incluso no había pedido conocer a las seis personas más maravillosas de mi vida de esa manera. Pero, ¿Qué podía hacer ahora? Mi vida estaba total y completamente destruida, era y sería difícil rehacerla sabiendo que la persona que amo y las otras seis que también amo van a ir a prisión por complicidad en mi secuestro, extorsión, contrabando y porte de armas ilícitas, y sabrá Dios qué otras cosas. Quizás eran ellos seis, quizás eramos nosotros siete.. Quizás eramos nosotros ocho.

—¿Dónde está?
—No lo sé..—finalmente solté. Me sentía impotente por lo que Zayn ayudó a levantarme.
—¿Te sientes bien?—preguntó Liam, intentando buscar mi mirada dirigida al suelo. Negué con la cabeza.
—¿Qué te sucede?
—Me sucede mucho y no tienen la mínima idea.—susurré, mientras veía las puntas de mis botas humedecerse con mi llanto.
—Acabará pronto, lo prometo. Estarás bien.—susurró, Liam.

Levanté mi mirada hacia ambos, un color café más claro que el otro, mirándome quizás con compasión. Bajé mi vista nuevamente y levanté mi blusa hasta mis costillas, bajé un poco la orilla de mis jeans y me paré de perfil frente a ellos.

—¿Creen que se nota tanto?—murmuré, y a continuación rompi en llanto. No sabía si de felicidad, desgracia o enojo.

Lo primero que esperaba de ellos era una reacción de conmoción,la cual sucedió. Pero también esperaba una de cólera, cosa que no sucedió, y en su lugar aquellas miradas de un color similar llenas de compasión, se volvieron en unas dulces y genuinas miradas de alegría. Liam se acerco a mí y puso una de sus manos justo alli, sin decir nada. No sabía que un ser humano era capaz de sentir tantos sentimientos simultáneamente como yo los estaba experimentando, llorar de impotencia y rabia, pero sonreír por algo que no terminaba de asimilar era algo extraño.

—Fue un error.. Ni siquiera.. No me había dado cuenta hasta hace unos días .
—¿Cómo no darse cuenta? Tu vientre está gordito, no está plano.—dijo Zayn.
—No le di importancia. Estuve por años en dietas, supuse que al cambiar eso, mi planitud también.
—Bienvenido a la familia pequeño.—murmuró.

Inconscientemente sollozé y miré con asombro a Liam quien ahora estaba mirándome con una sonrisa bastante adorable. Miré a Zayn un poco más atras de él sonriendo de la misma manera, se acercó e hizo que nos uniéramos en un abrazo.

—Creo, que seremos tíos.—susurró Zayn, en mi cuello.

Recorrí la planta baja de la que alguna vez había sido mi hogar, hasta que mis botas chocaron contra el primer peldaño de las majestuosas escaleras que alguna vez pensé perfectas para mí. Subí hasta mi habitación, la puerta seguía con la "C" de cristales pegada a ella, respiré hondo y entré.
Mi cartelera con las fotos de mis desfiles, algunos recortes de revista, fotos de Sophia,Thomas y yo ya no estaban. Las paredes que hasta hace unos meses eran azul viejo, blancas y grises estaban totalmente blancas, y corrientes. Como yo jamás en estado consciente las pintaría . Mi tocador seguía ahí pero no mis pertenencias, mi cama tenía cobertores blancos tan enfermizos como los de un hospital, no estaba mi ropa ni mis zapatos. Ni mi ordenador. No había nada en esa habitación que me vinculara a ella, solo el hecho de que en mi mente y conciencia sabía que por dieciocho había dormido allí .

Todo iba cobrando sentido poco a poco, y ¡vaya! Qué ilusa he de ser.

—Revisé las habitaciones y el piso de arriba y..—se silenció Zayn al entrar.

Giré a mirarlo y lucía sorprendido y confundido, sin entender probablemente por qué esta habitación estaba totalmente insípida y vacía.

—Ellos sabían desde hace mucho que yo no volvería.—dije firme, caminando por el cuarto de hospital.
—Juraba que tenías mejor sentido de la moda. Esto es escalofriantemente enfermizo.—dijo, asqueado.
—Jamás en mi pleno juicio hubiese puesto todo blanco, parece una morgue. Ellos sabían que no volvería.
—¿Por qué tan segura?
—Porque es IMPOSIBLE que hayan vaciado TODO lo que estaba aqui en un día Zayn—dije racional.—No seas idiota. Mis paredes no eran de ese color. No pudieron haber hecho todo esto en un dia.
—¿Puedes controlar tus emociones? Hay un bebé dentro de ti.
—Iban a arreglar unas supuestas filtraciones mientras estaría en California. ¡Qué arreglos!—exclamé, con ironia. Sí que una parte de mi antigua yo volvía.
—Lo que fue una mentira porque era para desalojar todas tus cosas porque no volverías.—dijo Zayn, razonando.
—Lástima que no sepan que volví para vengarme.

Siete cuarenta y cinco. Casi Tres horas y media después finalmente escuché la puerta principal abrirse, un deleite para mis oídos aquel sonido junto con el repiqueteo de los zapatos de piel. No era ahora solamente por mí, ería por mi, mi hijo y los chicos. Crucé mis piernas sobre el escritorio forrado en piel de cocodrilo y esperé paciente ese gran momento.

Las puertas frente a mi se abrieron de par en par, dándome la dicha de ver a mi asesino.

Mi padre.



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Holi. Gracias a esos nuevos lectores que han llegado, espero les guste. No tengan pena de comentar o algo, estoy dispuesta a leerlos. Recuerden visitar Reckless Behavior: Badass Angel de Harry si les apetece. Está completa en mi perfil y Surrender de Harry también que está en proceso de subirla. Actualizo semanalmente.

Gracias, muchos besos,

A xx.

EDITADA. Stockholm Syndrome  |  Louis Tomlinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora