Perfectamente imperfectos

Capítulo 17

Maya Walker

La sesión con Spencer de hoy ha sido más dura que otros días, se que con su ayuda estoy sobrellevando mejor la muerte de Noah, pero aun me cuesta mucho estar sin él y más en un dia como hoy en el que tengo que recordar que hace un año que no está.

—¿Sabes?—Murmuro y miro a Spencer. —Hoy no iba a venir.

—¿Y qué te ha hecho cambiar de opinión?—Pregunta curiosa.

—No lo sé-Murmuro. -Creo que he pensado en que era mejor venir antes que quedarme todo el día encerrada en mi habitación—La miro. —Se que la muerte de Noah me seguirá doliendo por mucho tiempo, pero me viene bien venir aquí y poder expresar cómo me siento y aprender a manejar mejor esos sentimientos.

—Sabes que estoy aquí para poder ayudarte, así que ese es un buen pensamiento Maya, s—Me sonríe y asiento.

—Yo también lo creo—Respondo antes de coger algún pañuelo más para poder acabar de secar las lagrimas que aun caen por mis mejillas, muchas veces las sesiones con Spencer me hacen sacar todo lo que llevo dentro y termino llorando, pero ella me ha dejado claro muchas veces que eso no es algo malo, sinó que es normal que con todo lo que siento, tenga ganas de llorar, así que intento dejar de sentirme mal cuando no puedo evitar llorar.

Me levanto de la silla y respiro hondo para calmarme un poco más pues aunque sé que aquí puedo expresarme como quiero, no me gusta salir a la calle con cara de que llevo mucho rato llorando.

—Bueno, supongo que nos vemos el viernes que viene-Murmuro.

—Así es—Asiente. —Ten un buen fin de semana Maya—Se despide y le sonrío levemente antes de salir de la consulta.

Una vez fuera puedo ver a Michael en la sala de espera, lo que me extraña pues él no suele esperar aquí.

—¿Qué te ha pasado?—Pregunto al ver como está mojado e intento no reirme, es como si se hubiese lanzado a una piscina.

—Ha empezado a llover y no una lluvia inocente no, más bien es una tormenta—Hace una ligera mueca y me río levemente fijándome en cómo el pelo se le pega en la cara por culpa del agua. —Sí, tú ríete—Añade y se levanta antes de mirarme. —¿Estás bien?-Añade y puedo notar la preocupación en su rostro.

—Sí, estoy bien-Asiento. -Las sesiones de Spencer a veces se ponen un poco intensas—Añado.

—Dime algo que no sepa—Se ríe levemente. —Creo que nunca he llorado tanto como ahí dentro.

—Yo igual—Asiento y miro la hora. —Creo que te toca.

—Eso parece, aunque hoy no me apetece mucho—Suspira levemente y luego me mira. —Me voy hacia dentro—Comenta. -Nos vemos May-Añade y le sonrío levemente antes de que se aleje de mí.

—Michael, ¿pero qué te ha pasado?—Escucho a Spencer decir antes de que el pelirrojo cierre la puerta, me río levemente y luego me dirijo a la salida.

Una vez en la puerta del edificio sonrío levemente al ver que ya no llueve, parece ser que la lluvia solo ha decidido molestar a Michael.

Aún así el cielo está bastante oscuro así que decido dejar de entretenerme pues a este paso acabaré mojada yo también y no me apetece demasiado.

De camino a casa no puedo evitar pensar en Noah y en lo mucho que lo echo de menos. Siempre estuvimos muy unidos, así que no tenerlo cerca, me hace sentir muy sola.

Al llegar a mi casa suspiro un poco al ver que el coche de mi padre no está aquí, no me puedo creer que no sea capaz de estar conmigo ni en un dia como hoy, sé que él también ha sufrido mucho con la muerte de Noah, pero necesito tenerlo a mi lado, necesito a mi padre.