Capítulo 30

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Maya Walker

Me acomodo en el asiento y miro el reloj de la pared, dejándome ver que aún puedo hablar de un par de cosas más con Spencer.

—El otro dia fui a ver la tumba de Noah—Le comento a Spencer.

—Oh, eso está bien, hace tiempo que no habías ido—Me dice. -¿Cómo te sentiste?

—Sí, no siempre soy capaz de ir—Confieso. —Me cuesta un poco hacerlo porque es como un golpe de realidad—Le digo y ella asiente. —Pero siento que me va bien hacerlo, me gusta de alguna manera poder poner al día a Noah sobre lo que pasa en mi vida.

—Es normal que te haga sentir así Maya—Comenta. —Pero es bueno que hayas podido ir—Me mira. —Y creo que es bueno que puedas utilizarlo como una manera de ordenar tus pensamientos.

—Yo también lo creo—Asiento. —Aunque bueno, no es como que lo llevase muy bien, me puse a llorar—Admito.

—Eso no tiene nada de malo—Niega y le sonrío antes de asentir. —¿Hay alguna razón en específico para que fueras allí después de este tiempo?

—No—Niego y ella me mira dudosa, dejándome saber que sabe que estoy mintiendo. —Puede que necesitase pensar.

—¿Puedo saber sobre qué?—Me mira curiosa. —Tal vez pueda ayudarte—Añade.

—No es sobre nada de lo que tratemos aquí—Respondo.

—Que no lo hayamos tratado nunca no quiere decir que no podamos hacerlo—Me mira. —No hay temas prohibidos ni nada por el estilo—Añade.

—Es solo que... Bueno, me gusta un chico, creía que no, o al menos quería convencerme a mí misma de que no, pero en realidad sí—Le digo.

—Oh, eso es bueno—Asiente.

—No se si es bueno—Niego. —No quiero estar malinterpretando, a veces siento que tal vez puede que yo también le guste, pero otras veces pienso que es imposible.

—¿Por qué crees eso?

—No sé—Suspiro. —No sé hasta qué punto puede ser que le gusto y hasta qué punto es solo que quiere ser mi amigo.

—¿Y no has pensado que puede que él también se sienta así?—Pregunta y la miro curiosa, esperando a que siga hablando. —Me dices que a veces crees que le gustas y a veces crees que no... Cuando alguien es solo tu amigo, entonces tiendes a tener claro que no le gustas, ¿verdad?—Pregunta y asiento. —Así que tal vez él está igual de confundido que tú, tal vez él también reciba las mismas sensaciones que tú y eso hace que los dos estéis en esa especie de limbo extraño.

—En realidad eso tiene bastante sentido—Murmuro. —El otro dia la fastidié bastante—Le digo. —Estábamos pasando tiempo juntos y hubo un momento en el que sentí que iba a besarme, pero me asusté y me aparté—Hago una mueca.

—Creo que ese es un ejemplo más de cómo es posible que los dos estéis en la misma situación, pero hasta que ninguno de los dos dé un paso más—Me dice y asiento antes de suspirar. —No conozco al chico pero... Creo que si te gusta deberías intentarlo.

—Sí que lo conoces sí...—Murmuro mirando mis manos y levanto la cabeza alarmada, dándome cuenta de lo que he dicho.

—¿Qué?—Pregunta curiosa.

—¡Oh mira, es la hora, tengo que irme!—Respondo levantándome a toda prisa de mi silla para después recoger mis cosas.

-¡Maya!-Me llama.

—¡Nos vemos la semana que viene Spencer!—Añado y antes de darle tiempo a decir algo más, salgo de la consulta.

Al salir suspiro y niego con la cabeza.

Perfectamente imperfectosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora