Capítulo 3

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Maya Walker

El lunes por la mañana, mientras llego a clase me voy mentalizando sobre el interrogatorio que se me viene encima cuando Lucy y Bianca me vean, se que les suele molestar que no las acompañe a según que sitios así que cuando eso pasa, intento pensar excusas creíbles.

Cuando el otro día salí de la sesión con Spencer, me pasé por el bar para ver si seguían por allí, pero me sentí un poco abrumada al pensar en el interrogatorio que me iban a hacer así que al final me fui a casa, para así posponer ese momento hasta hoy.

Al llegar a clase, ellas me ven y entonces vienen a toda prisa hacía mí, lo que me hace suspirar un poco.

—¡Maya!—Me llama Bianca. —Por fin has llegado, ¿por qué no has venido a las primeras horas? No es común en ti faltar a clase.

—Estábamos preocupadas—Añade Lucy y la pelinegra asiente.

—Me quedé dormida—Miento y ellas me miran algo dudosas. —Ya sabéis, los exámenes me tienen estresada—Añado y ellas asienten, aunque sé que no acaban de creerme.

—¿Nos vas a decir a dónde fuiste el viernes para no poder venir con nosotras?—Me pregunta Lucy.

—Te perdiste una tarde genial—Añade Bianca. —Hasta nos invitaron a bebidas—Se ríe un poco y la otra chica asiente.

—Ya os dije que tenía que ayudar a mi padre con algo, no se porque me lo volveis a preguntar, no es como si fuese a tener una respuesta distinta—Las miro.

—Pues es una pena—Me dice Lucy. —Además, Austin preguntó por tí—Me sonríe contenta. —Creo que quiere salir contigo.

—Oh, genial, supongo—Murmuro, Bianca y Lucy llevan años pensando que a mí me gusta Austin, pero en realidad a quien les gusta él, es a ellas, lo que pasa es que están demasiado ocupadas manteniendo nuestro estatus social como para escucharme. Siempre intentan convencerme de que salir con Austin nos haría más populares, lo cual no acabo de entender, es decir, puedo entender por qué salir con el capitán del equipo de Lacrosse me acabaría repercutiendo a mí, pero no entiendo en que se supone que les afecta a ellas, aunque en realidad tampoco es que me importe demasiado.

—Claro que es genial—Dice Lucy y Bianca asiente. —Seríais la mejor pareja—Añade. —Puedo imaginarmlo, vosotros avanzando por el pasillo mientras todos se mueren de envidia.

—Esto no es una película Lucy, eso no funciona así—Respondo.

—Ya sé que no es una película, pero te aseguro que si salieses con Austin, eso nos haría intocables—Murmura.

—¿Nos?—Me atrevo a preguntar y me miran como si fuese una pregunta estupida.

—Claro, las tres somos un pack, si una sube de categoría, subimos todas—Me explica.

¿Subir de categoría? ¿Qué se supone que significa eso? ¿Desde cuándo somos algún tipo de producto que sube de categoría?

—Oh, claro—Me río un poco. —Eso tiene sentido, creo—Añado a pesar de que no lo tiene, sé que es inutil intentar que me lo expliquen, suficientemente tengo con tener que estar al nivel de sus estándares sobre la popularidad, así que a veces simplemente opto por fingir que sé que es lo que está pasando, aunque no sea así.

Las tres siempre hemos sido muy buenas amigas, pero con los años, Bianca y Lucy empezaron a obsesionarse con la popularidad y de alguna manera, que todavía no entiendo, consiguieron que las tres nos posicionasemos en una especie de elite o algo así. En realidad, no tengo ni idea de cómo pasé de ser la chica de pelo zanahoria, cosa que no era muy agradable y aun recuerdo, a ser algo así como popular, pero supongo que eso es cosa de ellas, ya que como dijo Lucy, somos un pack ¿no?

Perfectamente imperfectosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora